La peor sequía en 40 años: millones de africanos pasan hambre

Cultivos marchitos, pastos quemados, ganado muriendo de sed y madres y niños en busca de agua y comida. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la región del Cuerno de África sufre actualmente la mayor sequía desde 1981, con consecuencias fatales para la población.

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Saleeban Muse, padre de ocho niños, sostiene en brazos a su pequeña hija en el campamento de refugiados de Al-Hidaya, a donde llegó huyendo de la sequía. Foto: Mohamed Odowa/dpa
Saleeban Muse, padre de ocho niños, sostiene en brazos a su pequeña hija en el campamento de refugiados de Al-Hidaya, a donde llegó huyendo de la sequía. Foto: Mohamed Odowa/dpa

Cultivos marchitos, pastos quemados, ganado muriendo de sed y madres y niños en busca de agua y comida. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la región del Cuerno de África sufre actualmente la mayor sequía desde 1981, con consecuencias fatales para la población.

En algunas zonas de Somalia, Etiopía y Kenia, más de 13 millones de personas corren el riesgo de padecer hambre aguda, según un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU.

Las agencias de ayuda humanitaria temen que la guerra en Ucrania y la crisis humanitaria relacionada con este conflicto conlleve a que se olviden otros escenarios de crisis.

Se calcula que se necesitan al menos 140 millones de dólares para evitar una catástrofe humanitaria en el Cuerno de África. Hasta ahora se han comprometido unos 57 millones de dólares.

La situación en el Cuerno de África recuerda a Somalia en 2011, cuando más de 250.000 personas murieron como consecuencia de una hambruna de enormes dimensiones. Los expertos temen que ahora se produzca una catástrofe humanitaria similar si no se pueden cubrir las necesidades de financiación de las organizaciones de ayuda humanitaria.

Somalia es, una vez más, el país más afectado. La ONU reportó que en el país más oriental de África, unas 4,5 millones de personas se ven directamente afectadas por la sequía y unas 700.000 huyen a causa de ella.

La semana pasada, casi 900 familias llegaron al campamento de Al-Hidaya, en las afueras de la capital Mogadiscio. En el refugio, la gente vive bajo lonas de plástico sostenidas por palos y una vez al día reciben algo de comer, generalmente maíz y pan.

Entre los recién llegados al campamento se encuentra Safiya Abdullahi, que abandonó su pueblo junto con sus seis hijos con la esperanza de conseguir agua y alimentos en Mogadiscio.

Durante la travesía hacia la capital, la familia debió pasar varias noches a la intemperie y atravesar zonas donde las fuerzas de seguridad y las milicias libran sangrientos combates.

Safiya Abdullahi y sus hijos parecen demacrados y debilitados, dos de los niños padecen anemia y tienen sarampión. Según cuenta Abdullahi, llevaban una vida relativamente normal en su pueblo, donde vivían con sus vacas y cabras. Los animales, sin embargo, murieron a causa de la sequía.

Desde diciembre hay escasez de agua en Somalia, lo que provocó que se duplicara su precio en algunas partes del país.

Los responsables del campamento de Al-Hidaya esperan que en el próximo tiempo muchas más personas del país busquen refugio aquí.

El líder comunitario Nadifo Hussein señala que especialmente los niños y los ancianos están muy debilitados

De acuerdo con el reporte de las Naciones Unidas, 1,4 millones de niños menores de 5 años en Somalia corren el riesgo de sufrir desnutrición aguda este año. Estos niños carecen de nutrientes como vitaminas, proteínas y oligoelementos vitales, que los hace más susceptibles a enfermedades como la diarrea y la neumonía.

En la vecina Etiopía, la población también lucha por sobrevivir en varias regiones del sureste del país.

Según Saladin Ali, veterinario de la Universidad de Jigjiga, en el este de Etiopía, miles de animales están muriendo como consecuencia de la sequía. Agrega que la población que depende del ganado está pagando en este momento un precio muy alto. "Están perdiendo todo lo que tenían", destaca.

Por su parte, el director general de la organización de ayuda Save the Children, Florian Westphal, dijo que a la gente no le quedan reservas y que sus medios de vida están amenazados.

"La crisis climática llegó aquí", resaltó Westphal, que actualmente está visitando las regiones más afectadas por la sequía. 

dpa

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