Estilo, calzado, técnica: ¿qué tener en cuenta a la hora de correr?

Con la primavera, comienza la temporada para correr. Muchos se atan por primera vez los cordones, o vuelven a ponerse el calzado deportivo tras largo tiempo, y se preguntan: ¿cuál es la mejor manera de practicar jogging?

Guardar
ILUSTRACIÓN - El estilo de
ILUSTRACIÓN - El estilo de correr es muy individual, no hay una técnica "correcta" universal. Foto: Tobias Hase/dpa

Con la primavera, comienza la temporada para correr. Muchos se atan por primera vez los cordones, o vuelven a ponerse el calzado deportivo tras largo tiempo, y se preguntan: ¿cuál es la mejor manera de practicar jogging?

En la pantalla de Uwe Kersting trota un corredor profesional. El cuerpo está erguido, da pasos rectos, luce dinámico y sin esforzarse. Pero a Kersting hay algo que le llama la atención: el brazo derecho del corredor cuelga un poco más abajo que el izquierdo.

O sea, una asimetría en el desarrollo de los movimientos. Algunos dirían que esto es malo, ya que debe aspirarse a la simetría. Pero para el profesional en la pantalla, el especialista en trayectos largos Martin Johnson, funciona.

Uwe Kersting comenta su observación al final de nuestro llamado, que gira básicamente en torno a la cuestión de cuál es la mejor manera de correr.

Kersting es profesor en la Escuela Superior de Deportes de Alemania en Colonia y dedicó parte de su trabajo de investigación a determinar qué  factores mejoran la vida de los corredores y corredoras y cuáles no.

En primer lugar, una constatación decepcionante: cuando hay problemas, a menudo no pueden reducirse a una sola causa, al menos desde un punto de vista puramente científico.

"Naturalmente puede ser que un nuevo calzado sea la modificación necesaria para una mejora", apunta Kersting. Pero aclara, de todas maneras, que esto no es una garantía.

Lo mismo vale para el estilo de correr. Existen especialistas que lo analizan y realizan propuestas de cómo podría mejorarse. "Pero que eso evite una sobrecarga, por ejemplo, es otra cuestión", dice Kersting. Porque, según indica, no hay un estilo "correcto" para  correr.

Esto también es confirmado por Urs Weber, de la revista especializada "Runners World": no existe un ideal al que haya que apuntar, ni tampoco una forma correcta ni otra equivocada. "Cada uno corre de la manera en que le nace", dice.

Pero el estilo para correr sí puede incidir en la elección del calzado adecuado, afirma Weber. Por ejemplo, los corredores que apoyan primero el talón y luego el resto del pie -que son la mayoría de las personas- necesitan, "acorde a la experiencia", un calzado bien amortiguado.

Hay otros dos tipos de corredores: quienes apoyan primero el mediopié y quienes lo hacen con el antepié. El consejo de Weber para los principiantes es que acudan a una tienda especializada. Los consejos que allí reciban hará más probable que encuentren el calzado adecuado.

Pero por muy bonita que sea la idea: no existe una solución única para la corrida perfecta. Al mismo tiempo, eso también es reconfortante. Si uno se siente cómodo con su estilo, no hay necesidad de implementar cambios.

No obstante, existe una serie de consejos generales que pueden permitir mejoras. Según el especialista Uwe Kersting, hay sobre todo dos cosas que son relevantes:

1. Incrementar el ejercicio de forma paulatina. "Sabemos por nuestros estudios que los cambios fuertes en el volumen de entrenamiento suelen ir acompañados de síntomas de sobrecarga", afirma.

Los corredores principiantes, en particular, no deben excederse. Los ligamentos y los tendones, en particular, necesitan algún tiempo para adaptarse, mientras que los músculos de las piernas y los pies se fortalecen comparativamente con rapidez.

2. Probar y escucharse siempre atentamente. Si no se siente bien mientras corre o algo le duele permanentemente, es preferible introducir modificaciones.

Y no tiene por qué ser un cambio de calzado. Tal vez merezca la pena entonces echar primero un vistazo al estilo de correr. ¿Ayudaría dar pasos más largos o más cortos? O se puede de momento reducir la duración del running, para reducir la sobrecarga.

Será de utilidad, además, no solamente observar las piernas. Una musculatura fuerte del torso garantiza que la parte superior del cuerpo pueda compensar mejor las pequeñas cargas de impacto permanentes durante el trote. Esto evita el dolor de espalda después de correr.

También el traumatólogo profesor Sven Ostermeier de la Clínica de Articulaciones Gundelfingen recomienda a quienes se inician en el ejercicio de correr que se sometan a una exigencia leve al comienzo.

No deberían salir a practicar jogging más de tres veces por semana. Y, además, el trayecto debe ser incrementado solamente de manera lenta. Asimismo deja en claro: incluso poco ejercicio aporta algo. Ya caminar 10 a 15 minutos por día varias veces a la semana, indica, aporta beneficios positivos.

En el otro extremo se encuentra el profesional Martin Johnson, cuyo brazo derecho que cuelga llamó la atención de Kersting. El inglés llegó a completar 184 millas, o sea casi 300 kilómetros, en 38 horas y 35 minutos. Y eso a pesar de su estilo de carrera probablemente no del todo simétrico... ¿o tal vez justamente por eso?

dpa

Guardar