Escalar como terapia, contra la depresión o la ansiedad

Escalar requiere fuerza, coordinación y algo de valor. Según el psicoterapeuta Thomas Lukowski, es un deporte que puede ser parte de una terapia, con resultados sorprendemente buenos muchas veces. Pacientes con trastornos de ansiedad o depresiones pueden mejorar su bienestar con la escalada terapéutica, afirma el experto.

Guardar
ARCHIVO - Por los muros de escalar elevados solo se asciende asegurándose con sogas. Foto: Candy Welz/dpa
ARCHIVO - Por los muros de escalar elevados solo se asciende asegurándose con sogas. Foto: Candy Welz/dpa

Escalar requiere fuerza, coordinación y algo de valor. Según el psicoterapeuta Thomas Lukowski, es un deporte que puede ser parte de una terapia, con resultados sorprendemente buenos muchas veces. Pacientes con trastornos de ansiedad o depresiones pueden mejorar su bienestar con la escalada terapéutica, afirma el experto.

Pero el ámbito en el que puede funcionar es aún mayor. Escalar puede ser muy útil, entre otras cosas, como terapia tras un ACV, en el caso de una hernia discal o incluso en el tratamiento de la esclerosis múltiple. Sin embargo, cabe mencionar que existen diversas formas de escalar.

Libre o asegurada

"Por un lado, existe el llamado búlder", dice Mario Meuser, fisioterapeuta en las clínicas Mediclin en Bad Wildungen, Alemania. "Búlder" viene del inglés "boulder" y significa roca. Quien practica búlder, escala bloques de roca o pequeñas paredes artificiales, sin cuerdas ni arnés, pero siempre a una altura de la que puede saltar sin riesgo de lesión. En el suelo, hay colchonetas que amortiguan el choque de la caída.

Por el otro lado, existen los escaladores de top rope, como explica Meuser. "Top" en inglés es arriba y "rope" es soga. Es decir, al escalar uno está asegurado con una soga por una segunda persona que está en el suelo.

No hay discusión respecto de que el deporte tiene un efecto positivo en muchas enfermedades. Pero en el caso de la escalada terapéutica, muchas veces se trata de algo más que de movimiento físico.

Mayor autoestima

"Lógicamente, en una escalada de la modalidad top rope uno puede tener miedo", dice Thomas Lukowski. En esos momentos, hay que tomar consciencia de que hay alguien que lo asegura a uno y que en cualquier momento puede hacerlo bajar. Pero si el escalador sigue hacia arriba y concluye con éxito una ruta peligrosa, eso puede aumentar considerablemente su autoestima.

"En el rocódromo hay que estar muy concentrado, para poder manejar la situación y no resbalarse", dice Kerstin Rohde-Vogt, responsable de dirigir la terapia en las clínicas Mediclin de Bad Wildungen. Es decir que escalar también genera así una distracción mental y hace que personas depresivas tengan pensamientos completamente diferentes. De esta manera, por ejemplo, pueden superar el hecho de estar dando vueltas siempre en torno a los mismos problemas y, además, disfrutar de una experiencia exitosa después de realizar una ruta. 

Confianza perdida

"Escalar también puede contribuir a recuperar la confianza perdida en el prójimo", dice Thomas Lukowski. Eso es relevante para pacientes que fueron víctimas de violencia o abusos. Después de todo, en la modalidad top rope, hay que confiar plenamente en la persona que está abajo asegurando.

La escalada terapéutica no solo puede ayudar en depresiones o trastornos de ansiedad, sino también en todos los demás trastornos psíquicos, como por ejemplo los ataques de pánico.

No obstante, debe quedar claro que no es una terapia en sí misma, aislada. Escalar más bien puede ser parte de una psicoterapia, a petición del paciente. Pero no es una obligación.

Su aplicación en la ergoterapia y en la fisioterapia

No solo en el marco de la psicoterapia se utiliza frecuentemente la escalada, sino también en la ergoterapia o en la fisioterapia. Por ejemplo, niños con trastornos posturales pueden trabajar en ellos en el rocódromo, para que estos mejoren.

"Contribuye a desarrollar la fuerza y la resistencia muscular, así como a entrenar la coordinación y la motricidad fina de manos y pies", dice Kerstin Rohde-Vogt sobre los efectos de la escalada.

La modalidad top rope practicada con indicaciones terapéuticas, por ejemplo, mejora la movilidad de partes del cuerpo tras una hernia discal o la movilidad de hombros y rodillas tras lesiones.

Durante la escalada, a través del movimiento diagonal, se genera en la columna una tracción que, por ejemplo, quita presión a los discos intervertebrales y al mismo tiempo moviliza todo el sistema músculo-esquelético.

También en el caso de derrames cerebrales (ACV) o en pacientes con esclerósis múltiple, la escalada terapéutica puede apuntalar la capacidad de coordinación y generar una mejor percepción del cuerpo.

Aún no hay suficientes estudios

Si bien la escalada terapéutica puede ser tan útil en opinión de expertos, no hay todavía suficientes estudios científicos sobre sus efectos. "En general, los estudios aún son insuficientes y mejorables", dice el psicoterapeuta Thomas Lukowski. Sin embargo, subraya que "siempre vale la pena el intento". Es posible incluir la escalada terapéutica en el marco de un tratamiento ambulatorio o con el paciente hospitalizaado, por ejemplo, a modo de rehabilitación.

Y quien simplemente quiera probar el búlder o el top rope lo puede hacer en rocódromos que existen en numerosas localidades. El fisioterapeuta Meuser aconseja prestar atención a una cosa: que siempre esté presente durante la prueba un profesional con experiencia.

dpa

Guardar