¿En qué medida puede interferir el iPhone con los marcapasos?

Los campos magnéticos de cierta intensidad pueden interferir con los marcapasos y desfibriladores. Por este motivo, Apple, por ejemplo, aconseja a sus usuarios mantener una distancia de seguridad de al menos 15 centímetros con respecto a varios dispositivos, incluidos los iPhone 12 y 13. Apple también enumera, entre otros, las tabletas, los ordenadores portátiles, los smartwatches y los auriculares inalámbricos.

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Zum Themendienst-Bericht von Christoph Dernbach
Zum Themendienst-Bericht von Christoph Dernbach vom 27. Oktober 2020: Zeigt Kante: Apple wagt mit dem iPhone 12 wieder ein neues Design.

Los campos magnéticos de cierta intensidad pueden interferir con los marcapasos y desfibriladores. Por este motivo, Apple, por ejemplo, aconseja a sus usuarios mantener una distancia de seguridad de al menos 15 centímetros con respecto a varios dispositivos, incluidos los iPhone 12 y 13. Apple también enumera, entre otros, las tabletas, los ordenadores portátiles, los smartwatches y los auriculares inalámbricos.

Lo que hace que los modelos de iPhone sean tan especiales es que llevan instalados fuertes imanes en forma de anillo en su parte trasera. Estos permiten acoplar accesorios, por ejemplo, cargadores inalámbricos. 

Según comprobaron médicos estadounidenses, los campos magnéticos que emiten estos imanes podrían interferir en el funcionamiento de los implantes arriba mencionados, tan vitales en caso de emergencia. A raíz de estos estudios, la marca realizó sus propias investigaciones y actualizó su documento de soporte con la correspondiente advertencia de guardar distancia. 

Sin embargo, dos cardiólogos alemanes afirman que, de acuerdo con sus propios estudios, 15 centímetros es una cifra exagerada para los iPhone.

Según el cardiólogo alemán Philipp Lacour, del prestigioso hospital universitario berlinés Charité, la advertencia de la marca podría generar incertidumbre y, en última instancia, contribuir a que los pacientes con marcapasos eviten por completo el uso de teléfonos inteligentes. Una distancia de seguridad tan grande no es necesaria, asegura, refiriéndose a un estudio suyo y del cardiólogo Florian Blaschke publicado en la revista especializada "Heart Rhythm".

¿Qué descubrieron Lacour, Blaschke y sus colegas? En resumen, el estudio demostró que los iPhone 12 y 13 equipados con anillos magnéticos (tecnología MagSafe) pueden influir en el funcionamiento de los marcapasos y desfibriladores, pero solo en caso de un contacto muy estrecho y tampoco con todos los implantes.

Pero, ¿cómo se le ocurren a Apple los 15 centímetros? La empresa tecnológica basó su advertencia en una recomendación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). 

Una investigación del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica de la FDA concluyó en 2021 que los imanes del iPhone 12 (y del Apple Watch 6, que también fue sometido a pruebas) generan campos magnéticos lo suficientemente fuertes alrededor de la carcasa como para interferir en el funcionamiento de los implantes. 

Según el estudio, a partir de una distancia de 1,1 a 2 centímetros del dispositivo, el valor se mantuvo por debajo de la marca crítica para un mal funcionamiento, pero así y todo el centro regulador insistió en una recomendación de distancia de 15 centímetros.

El cardiólogo alemán Philipp Sommer se mostró sorprendido por los resultados del estudio realizado en Estados Unidos. "Sabíamos que los dispositivos contienen fuertes campos magnéticos; no sabíamos que son tan fuertes que pueden desactivar los desfibriladores", afirma el director de la Clínica de Electrofisiología y Arritmia del Hospital Universitario de la ciudad de Bochum, en el oeste alemán.

Sin embargo, prosigue Sommer, el campo magnético solo es muy fuerte en una pequeña zona cercana al dispositivo: "Para causar interferencias, en principio debería tener contacto con la ropa, es decir, situarse directamente sobre el lugar donde se encuentra el implante".

Esto es también lo que sostienen Lacour y Blaschke. En su estudio publicado en noviembre de 2021, ambos académicos probaron todos los implantes cardíacos disponibles en el mercado con la intensidad del campo magnético que emiten constantemente los iPhone con tecnología MagSafe. Para ello realizaron pruebas de laboratorio en las que comprobaron la reacción de los implantes en estrecho contacto con el iPhone 12.

Durante los ensayos se produjeron interferencias en aproximadamente la mitad de los implantes cardíacos. E incluso entonces, estas interferencias solo se constataron a distancias muy pequeñas entre el anillo magnético y el implante: "Por regla general, un máximo de un centímetro", asevera Lacour. 

Sostener el teléfono móvil delante del pecho o hacer una llamada telefónica en el lado donde se encuentra el implante son actividades que se pueden realizar sin problemas. El investigador concluye que no es necesaria una distancia de seguridad de 15 centímetros.

Blaschke acota que el estudio analizó la influencia del campo magnético estático del iPhone 12 en los implantes. En teoría, y solo en raros casos, las interferencias electromagnéticas también pueden producirse cuando los móviles están cerca del pecho, por ejemplo, mientras se habla por teléfono o se navega por la red. Esto ya había sido demostrado en un estudio anterior de Blaschke y Lacour.

Para más seguridad, se puede comprobar la posible interacción entre el propio teléfono inteligente y el implante con un escaneo del dispositivo en una consulta cardiológica especializada. La pregunta sigue siendo: ¿qué ocurre realmente cuando un implante es perturbado por un campo magnético?

En el caso de los marcapasos, la frecuencia aumenta, informa Philipp Lacour. Con un desfibrilador, se desactiva temporalmente la función necesaria para detener las arritmias cardíacas peligrosas. Una vez que el campo magnético desaparece, el aparato se enciende de nuevo automáticamente.

"La probabilidad clínica de que realmente ocurra algo durante una breve desconexión del desfibrilador es extremadamente baja", afirma Florian Blaschke. Por un lado, se tendría que sufrir una arritmia cardíaca amenazante en ese preciso momento. En segundo lugar, el teléfono móvil tendría que permanecer estable frente al desfibrilador. En el momento en que el dispositivo se desplazara de lugar o se cayera, la función del desfibrilador se reactivaría y la arritmia terminaría.

Con respecto a los teléfonos inteligentes -y esto no solo atañe a los nuevos iPhone- Sommer puntualiza: "Basta con no sostenerlos directamente sobre o en el área de la piel donde se encuentra el implante". Además, recomienda no llevar el dispositivo en el bolsillo de la camisa. 

dpa

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