El papa Francisco no presidió la ceremonia de la víspera de fin de año en la Basílica de San Pedro como estaba previsto el viernes, aunque sí pronunció la homilía.
Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, dirigió el servicio mientras que el pontífice, de 85 años, con mascarilla, pasó la mayor parte del mismo sentado en los márgenes de la sala.
Según un portavoz del Vaticano, Francisco quiso que el cardenal presidiera la celebración. El cambio se anunció apenas tres horas después de que el Vaticano confirmara que el papa presidiría la ceremonia.
El año pasado, el pontífice no pudo celebrar las misas de Año Nuevo a causa de una ciática, una afección nerviosa crónica que le causa dolor en la cadera y que padece desde hace tiempo.
Tradicionalmente, el papa visita el pesebre de la Plaza San Pedro después de las vísperas de fin de año, pero el acto se canceló el viernes por el temor de que el coronavirus pudiera propagarse entre la multitud reunida.
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