¿Qué le pasa? ¿Por qué no me saluda? Hay momentos en que uno puede molestarse con otra persona por la falta de cordialidad, pero lo que ocurre es que esa persona tiene un problema cognitivo que la lleva a no reconocer los rostros de quienes deberían resultarle familiar. En esos casos, los especialistas consideran que se trata de una prosopagnosia, más conocida como "ceguera de rostros". En la mayoría de los casos se trata de un trastorno innato, si bien también hay algunos casos aislados en los que la "ceguera" puede originarse cuando se dañan determinadas neuronas del cerebro, por ejemplo, por un derrame cerebral o una encefalitis. Los investigadores estiman que actualmente este tipo de trastorno afecta a entre un uno y un dos por ciento de la población mundial, según explica el neurólogo investigador Valentin Riedl, quien hizo un documental al respecto ("Lost in face"). El trastorno puede tener distintos grados y diagnosticarlo no siempre resulta sencillo. Los tests de comportamiento como el Cambridge Face Memory Test suelen ser los elegidos en estos casos, indica el Instituto de Genética Humana del Hospital Universitario de la ciudad alemana de Münster. No existe una terapia para tratar las causas de la prosopagnosia. Muchos de los afectados suelen desarrollar estrategias para compensar esta falencia, pero se trata de un déficit que suele generar bastantes dificultades en la convivencia social. dpa