Ministros de Salud del G7 pidieron "acción urgente" para combatir la variante ómicron del covid-19, que se propaga por el mundo, mientras el presidente estadounidense Joe Biden insistió en que la variante "no es motivo de pánico".
Australia y Japón encabezan la creciente lista de países en imponer nuevas restricciones de viaje o cerrar sus fronteras para contener la variante, que se propaga rápidamente en Europa, Asia y América del Norte.
Sin embargo, el presidente Biden dijo a los estadounidenses que de momento no anticipa nuevos confinamientos o mayores restricciones de viaje a causa de ómicron.
No se han reportado muertes por la variante y no está claro cuán infecciosa y qué tan resistente es a las vacunas, pero su aparición evidenció cómo el mundo continúa sometido al covid-19, casi dos años después de los primeros casos.
Muchos gobiernos, en especial en Europa occidental, ya enfrentaban rápidos aumentos de contagios y reimpusieron órdenes de usar mascarilla, guardar distanciamiento social y confinamiento, causando temor en los comercios de una nueva navidad triste.
Tras las conversaciones de emergencia, los ministros de Salud del G7 dijeron que "la comunidad mundial enfrenta la amenaza de una nueva variante del covid-19, al parecer altamente transmisible, que requiere una acción urgente".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que el riesgo de ómicron es "muy alto" y advirtió que un brote a gran escala presionaría los sistemas de salud y causaría más muerte.
- "Más herramientas" -
"Si se da un gran surgimiento de covid-19 por ómicron, las consecuencias podrían ser muy severas", advirtió la OMS, según la cual "el riesgo mundial ligado a la nueva (variante) ómicron es considerado muy elevado".
Científicos sudafricanos dijeron que detectaron la nueva variante con al menos 10 mutaciones, comparado con tres de la beta y dos en la delta, las variantes que impactaron la recuperación mundial y forzaron a millones de personas a confinamiento.
Sin embargo, la médica sudafricana Angelique Coetzee, quien dio a conocer la variante, indicó que los casos de ómicron que ha visto sugieren que los síntomas son más moderados que otras variantes.
Ante ello, Biden sostuvo que su país está en una buena posición para controlar la propagación de ómicron.
"Hoy día tenemos más herramientas para combatir la variante que nunca antes", aseguró, tras indicar que su principal asesor de salud, Anthony Fauci, espera que las vacunas protejan contra la variante.
La farmacéutica Pfizer y los fabricantes de la vacuna rusa Sputnik V dijeron separadamente que trabajan en versiones de sus vacunas contra el coronavirus dirigidas a ómicron, mientras Moderna indicó que crearía un refuerzo dirigido a ómicron.
Aun así, el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, alertó el lunes que ómicron podría ralentizar la recuperación de la economía y mercado laboral de su país, mientras crece la incertidumbre sobre la inflación.
- Castigados -
Varios países endurecieron sus controles fronterizos en respuesta a la nueva versión del virus.
Japón se unió el lunes a Israel en anunciar planes para prohibir la entrada de extranjeros, mientras que Australia aplazó por dos semanas el alivio de restricciones que habría permitido la entrada de estudiantes y trabajadores foráneos.
La creciente lista de países en imponer restricciones a visitantes del sur de África incluye a Ecuador, Reino Unido, Camboya, Indonesia, Holanda, Filipinas, Arabia Saudita y Estados Unidos.
"La gente de África no puede ser culpada por el inmoralmente bajo nivel de vacunas disponibles en África y no debe ser castigada por identificar y compartir con el mundo información científica y sanitaria crucial", reclamó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
En respuesta, el presidente chino Xi Jinping ofreció donar a África mil millones de vacunas anticovid.
El primer caso confirmado de la variante ómicron se detectó el 9 de noviembre en Sudáfrica, y se propagó rápidamente por el país.
Desde entonces, gobiernos luchan por reimponer medidas restrictivas ante el rechazo de una población cansada con las medidas.
En Austria, decenas de miles de personas protestaron el fin de semana por la vacunación obligatoria ordenada por el gobierno.
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