Las sanciones económicas impuestas a Afganistán son responsables de un sufrimiento masivo en el país, afirmó este lunes un alto responsable del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que se declaró "furioso".
"Estoy furioso", dijo en un comunicado Dominik Stillhart, director de operaciones del CICR, tras una visita de seis días a Afganistán.
"Las imágenes [...] de niños demacrados suscitan, con razón, gritos de horror", añadió. "Esto es indignante porque todo ese sufrimiento está causado por el hombre", añadió.
La ONU advirtió que 22 millones de afganos, más de la mitad de la población, sufriría una grave escasez de alimentos a causa de la sequía y de la crisis económica que siguió a la llegada al poder de los talibanes, en agosto.
Las instituciones financieras internacionales interrumpieron su ayuda y Estados Unidos congeló cerca de 9.500 millones de dólares en haberes del Banco Central afgano.
Esas sanciones, "destinadas a castigar a quienes están en el poder en Kabul, impiden, de hecho, que millones de personas de todo Afganistán tengan acceso a los productos básicos que necesitan para sobrevivir", denunció Stillhart, recalcando que las sanciones contra el sistema bancario "bloquean la ayuda bilateral".
Además, hacen que los fondos de organizaciones humanitarias disminuyan, pues varios países donantes, proveedores y bancos temen incumplir las resoluciones de la ONU o acabar teniendo problemas con Estados Unidos.
Por ello, el CICR pidió que las "organizaciones imparciales que solo actúan [en el plano] humanitario" puedan trabajar sin problemas.
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