Médicos sin Fronteras (MSF) anunció el lunes el cierre por una semana de su hospital en Puerto Príncipe, dos días después de ser blanco de un ataque armado, en medio de una creciente violencia en Haití.
El hospital de la ONG, ubicado en Martissant, un distrito de la capital donde se producen violentos enfrentamientos entre bandas, fue objeto el sábado de un ataque a balazos.
El atentado no dejó heridos, pero MSF de todos modos evacuó a su personal y pacientes del sanatorio.
"La seguridad del personal es nuestra prioridad porque no podremos tratar a la población si nuestro staff está en peligro", dijo Alessandra Giudiceandrea, jefa de misión de MSF en Haití, quien cree que la organización no fue blanco directo de las bandas armadas.
Sumido en una grave crisis política y de seguridad, Haití sufre un recrudecimiento de los secuestros y la violencia de las pandillas, en tanto lidia con un aumento de casos de covid-19.
"En momentos en que deberíamos poder ampliar nuestras actividades debido al covid-19 y otras necesidades, estamos luchando para mantener nuestras estructuras abiertas a pesar de las deplorables condiciones de seguridad", lamentó Giudiceandrea.
MSF, que brinda atención médica en Haití desde hace 30 años, abrió el centro de emergencias de Martissant en 2006.
Las ONG juegan en Haití un papel importante en la protección de la salud, a la que el Estado dedica menos del 5% de su presupuesto.
Aunque tolerado por las pandillas en Martissant, MSF sigue expuesta a los riesgos de una creciente inseguridad.
A principios de junio, uno de sus empleados fue asesinado a tiros de camino a casa.
Asimismo, personas armadas robaron a dos conductores de ambulancias de una ONG y se produjeron enfrentamientos cerca del centro de emergencias de Martissant.
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