Enfrentados a una nueva oleada del coronavirus, los mandatarios de América Latina y la península ibérica buscarán hacer frente común para conseguir más vacunas y financiamiento para la recuperación postpandemia, durante una Cumbre Iberoamericana semipresencial este miércoles en Andorra.
En la plenaria de la cumbre la tarde del miércoles en la localidad andorrana de Soldeu, la gran mayoría de los presidentes latinoamericanos intervendrán de forma telemática, a causa de la crisis epidemiológica.
La participación será no obstante muy amplia: Dieciséis de los diecinueve mandatarios de la región ya confirmaron que se dirigirán al pleno, según la organización.
Solo Jair Bolsonaro de Brasil, Andrés Manuel López Obrador de México y Mario Abdo Benítez de Paraguay declinaron pronunciarse en la cita, que marca tres décadas de cumbres iberoamericanas, desde que se inauguraron en 1991 en México.
Una esperada y polémica intervención será la del venezolano Nicolás Maduro, quien hablará ante países que cuestionan su legitimidad, como España, que reclama elecciones libres, o Brasil, Chile, Colombia o Perú, que consideran presidente interino al opositor Juan Guaidó.
Para participar de forma presencial llegaron la tarde del martes a Andorra los presidentes de Guatemala y República Dominicana, en tanto anfitriones de la anterior y la próxima cumbre, así como los jefes de gobierno de Andorra, Portugal y España, y el rey de este último país, Felipe VI.
Como medidas sanitarias, además del uso obligatorio de mascarillas y aforos muy reducidos, la organización hace tests diarios a todos los participantes, lo que permitió identificar y aislar diez contagios entre el personal de un hotel en Soldeu antes de que entraran en contacto con los huéspedes, había anunciado el lunes el gobierno andorrano.
Un amplio dispositivo policial resguardaba las calles de Soldeu, un pequeño pueblo conocido por sus pistas de esquí, y de Andorra la Vieja, la capital del microestado europeo donde este martes se clausuró una conferencia empresarial previa.
- Vacuna "universal" -
En la agenda, los mandatarios tienen como prioridad acordar posiciones comunes frente a la pandemia, que vuelve a golpear con fuerza a América Latina, segunda región más enlutada del mundo con casi 868.000 fallecidos y 27,3 millones de contagios (con el Caribe incluido), solo por detrás de Europa (1 millón de muertos y 48,2 millones de casos).
Mientras la vacunación avanza lento, con la notable excepción de Chile, que ya administró la pauta completa a 35,7% de su población objetivo, se registran nuevos récords de muertes diarias en Colombia, Perú y Chile, y de contagios en países como Argentina y Uruguay.
De la cumbre saldrá un llamado firme al "acceso universal a la vacunación como un bien público global", y a "fortalecer" el mecanismo Covax, que pretende una distribución equitativa de las vacunas, según adelantó a la AFP la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.
En los eventos previos a la cumbre, varios presidentes regionales criticaron la desigualdad en la vacunación.
"Un pequeño grupo de países tienen todas las vacunas y la gran cantidad de países no tenemos acceso a la vacunas", lamentó el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, durante la clausura de la conferencia empresarial, al calificar de "fracaso" el Covax hasta ahora.
"Hay una desigualdad numérica abismal en el acceso a la vacunación" y "todos sabemos que para tener una recuperación global, (...) no habrá seguridad hasta que todos estemos vacunados", estimó el mandatario costarricense, Carlos Alvarado.
Alvarado participó vía telemática en un coversatorio para impulsar un "tratado internacional sobre las pandemias", una iniciativa de 24 países y la Organización Mundial de la Salud para prepararse para futuras crisis sanitarias.
Como muestra de su "compromiso" con América Latina, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que su país "donará, en cuanto sea posible, vacunas a América Latina", sin especificar número de dosis.
La crisis sanitaria provocó además una debacle económica en América Latina, cuyo PIB se contrajo un 7% en 2020, y enormes retrocesos sociales, como un aumento de la pobreza.
"De esta crisis de la pandemia no podemos pasar a una crisis financiera que puede desestabilizar socialmente a muchos de nuestros países", alertó en el encuentro empresarial el presidente dominicano, Luis Abinader.
Para ampliar el acceso al financiamiento, la cumbre respaldará el aumento de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, que significarán 70.000 millones de dólares adicionales para América Latina, y además planteará que los países desarrollados puedan ceder sus DEG a otras naciones que las necesiten más.
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