Taiwán y el archipiélago de Palaos, en el Pacífico, inauguraron el jueves una "burbuja" en la cual sus ciudadanos pueden viajar, en un intento de reactivar la industria turística.
Ambas partes calificaron el acto como "histórico" para la región de Asia-Pacífico, donde muchos países están trabajando en acuerdos similares para impulsar sus economías.
Un centenar de turistas taiwaneses llegaron el jueves por la mañana al aeropuerto Taoyuán, cerca de Taipéi, casi cinco horas antes de la salida de su vuelo, de modo que pudieran someterse a una prueba de coronavirus.
Entre los pasajeros de este primer vuelo se encontraba el presidente del archipiélago, Surangel Whipps, que realizará una visita de cinco días a la isla.
Palaos, cuya economía depende del turismo, se encuentra a unos 1.000 kilómetros al este de Filipinas, y es uno de los pocos lugares del mundo que no ha registrado ningún caso de coronavirus y también es uno de los 15 países que reconoce a Taiwán.
Taiwán, por su parte, se vio rápidamente afectado por la pandemia que apareció en China. Pero las autoridades fueron eficaces para contenerla, con estrictos controles fronterizos, cuarentenas y un amplio sistema de seguimiento de casos.
Taiwán, con una población de 23 millones de habitantes, registró 1.030 casos de coronavirus y 10 muertes desde que comenzó la pandemia.
"La apertura de esta burbuja para los viajes ha llevado mucho tiempo y ha supuesto un gran esfuerzo", declaró a la prensa el ministro taiwanés de Sanidad, Chen Shih-chung.
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