Si se hacen hamburguesas sin nada de carne y se fríen en un poco de aceite, no hay que darles la vuelta demasiado pronto, porque entonces podrían deshacerse rápidamente, según aconsejan desde el Centro Federal alemán de Nutrición. Para que la hamburguesa quede más compacta, es mejor añadir a la masa vegetariana un algutinante como puede ser el huevo, maicena, pan rallado, harina de trigo o harina de garbanzos a la masa. La base de las hamburguesas vegetarianas pueden estar compuesta de muchos ingredientes, desde los crujientes copos de avena, el arroz, el mijo, la espelta verde, el bulgur o el cuscús, hasta la quinoa y legumbres como las lentejas, los garbanzos y las alubias. Por lo general, el ingrediente principal se combina con verduras frescas como la zanahoria, la chirivía, el brócoli, la coliflor, la remolacha, el calabacín, el colinabo y los pimientos. Sin embargo, las verduras deben cocerse al vapor o hervirse primero y luego picarse antes de añadirlas a la masa. Si se quiere una hamburguesa con un sabor más especial, se pueden añadir nueces picadas, semillas de girasol o de calabaza. Para obtener una corteza crujiente, las hamburguesas pueden empanarse previamente o rebozarse en nueces picadas. Si se hacen muchas, se pueden cocinar al horno, lo que evita la grasa de la fritura y las consecuentes calorías. Las hamburguesas vegetarianas pueden comerse calientes o frías, por ejemplo, con una ensalada verde, puré de patatas, verduras al horno, salsa de tomate, salsa de yogur o queso fresco con hierbas. dpa