El papa Francisco oficiará la Misa del Gallo a hora más temprana que lo habitual para cumplir con el toque de queda de Italia debido a la pandemia de coronavirus e impartirá la bendición del día de Navidad bajo techo, para evitar una multitud en la Plaza de San Pedro.
El Vaticano dio a conocer el jueves el horario de la liturgia navideña, adaptada a las necesidades impuestas por el COVID-19. La misa del 24 de diciembre —que desde hace años no se oficia a medianoche sino a las 9.30 de la noche debido a la edad avanzada de los papas—comenzará este año a las 7:30 de la tarde.
Italia ha decretado un toque de queda a las 10 de la noche, además del cierre de restaurantes y otras restricciones, para tratar de impedir las aglomeraciones luego de una ola de contagios y muertes en los meses de otoño.
Se confirmaron otras actividades de Francisco, pero pronunciará el discurso y bendición del 25 de diciembre al mediodía desde el interior de la Basílica de San Pedro en lugar del balcón sobre la plaza, un evento que atrae habitualmente a miles de personas.
El gobierno italiano ha optado por mantener las restricciones estrictas durante las fiestas para impedir grandes reuniones familiares. Las autoridades de salud pública han dicho que el contagio intrafamiliar ha sido uno de los grandes impulsores de la segunda ola, en la que han muerto más de 25.000 personas.
Francisco canceló las audiencias generales públicas hace varias semanas cuando empezó a extenderse el contagio y se produjo un foco de infección en la Guardia Suiza del Vaticano. Ahora imparte sus clases de catecismo de los miércoles desde su biblioteca, como hizo durante la primera ola de la pandemia, cuando el Vaticano estaba en aislamiento total.
El papa oficiará las Vísperas y la Misa de Año Nuevo en la basílica sin la asistencia de público debido a las normas de sana distancia.