El papa Francisco recibió este sábado en el Vaticano al presidente del gobierno español Pedro Sánchez, una audiencia para reanudar relaciones, durante la cual lo invitó a "¡construir la patria con todos! Eso no es fácil", le dijo.
Las palabras del papa fueron pronunciadas al término del encuentro a solas de media hora con Sánchez y en presencia de la delegación de unas siete personas que lo acompañaba en la sala de la biblioteca papal, en el segundo piso del palacio apostólico.
En un clima muy respetuoso, con todos sentados a debida distancia y sin mascarilla, según se puede constatar en el inusual video divulgado por la oficina de prensa del Vaticano, el papa conversó por largo tiempo en español, citó poemas y libros.
"Tengo gran respeto por la vocación política", confesó el papa.
"Hacer progresar un país parece fácil, pero no es así", comentó durante su disquisición, en la que condenó "a las ideologías que desfiguran a la patria" y advirtió sobre las "coartadas que se encuentran, disfrazadas de modernidad o de restauración".
"Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria", aseguró.
"La política no sólo es un arte, sino también para los cristianos es un acto de caridad que conlleva sacrificios", explicó.
Se trataba de la primera reunión entre el pontífice argentino y el dirigente socialista español, quien adelantó el martes durante su viaje relámpago a Roma que iba a invitar al papa a visitar a España "cuando buenamente pueda".
Sánchez se reunió también con el Secretario de Relaciones con los Estados, monseñor Paul Gallagher, ministro de Relaciones Exteriores de la Santa Sede.
"Los coloquios en la Secretaría de Estado fueron dedicados a las relaciones bilaterales y a las cuestiones de interés común que atañen a la Santa Sede y a España", precisó el Vaticano en un breve comunicado.
"También se ha subrayado la oportunidad de un diálogo constante entre la Iglesia local y las autoridades gubernamentales" y se abordaron "temas de carácter internacional como la emergencia sanitaria actual, el proceso de integración europea y las migraciones", concluye la nota.
La audiencia a Sánchez, quien llegó acompañado por su esposa Begoña Gómez, rigurosamente vestida de negro y mascarilla como prevé el protocolo, se llevó a cabo en un momento delicado tanto político como sanitario, por el nuevo brote de coronavirus en Europa, y tiene como objetivo relanzar las relaciones entre Francisco y el gobierno socialista español.
"Para el gobierno, las relaciones con el Vaticano son importantes, tenemos muchos temas sobre la mesa", explicó Sánchez el martes en Roma.
- Una nueva fase -
Según fuentes periodísticas, entre los temas de interés común entre los dos Estados figuran la reforma de la educación, las modificaciones a la ley del aborto y el proyecto de eutanasia, además de las medidas contra los contagios de coronavirus en España, que superaron la víspera los 3 millones, según anunció el mismo Sánchez.
"Gracias por recibirme en el Vaticano. Coincidimos en abordar la crisis ocasionada por el Covid-19 desde el multilateralismo y con una mirada social; protegiendo a los más vulnerables y avanzando, toda la sociedad unida, hacia un mundo más justo y solidario", escribió Sánchez en twitter.
Las dos partes esperan consolidar sus relaciones y abrir una nueva fase tras los cambios decididos por el papa dentro de la jerarquía de la iglesia española, conocida por su talante conservador.
"Francisco quiere marcar un antes y un después en el episcopado español", escribió en septiembre Jesús Bastante, de la página Religión Digital, al referirse a los cardenales Carlos Osoro (arzobispo de Madrid) y Juan José Omella (arzobispo de Barcelona), considerados cercanos al pontífice argentino.
Durante el habitual intercambio de regalos, Sánchez obsequió al papa un facsímil del Libro de horas del obispo Juan Rodríguez de Fonseca, que data del siglo XV, mientras que el pontífice le entregó un relieve en bronce patinado que representa la misericordia, la acogida y la fraternidad, y sus encíclicas y exhortaciones apostólicas.
Entre ellas la última encíclica, "Fratelli Tutti", en la que Francisco denuncia las desigualdades, el "virus del individualismo" y pide el fin "del dogma neoliberal", argumentos muy apreciados por los aliados del gobierno que preside Sánchez, la izquierda radical de Podemos.
La última visita oficial de un presidente del Gobierno de España ocurrió hace más de siete años, el 15 de abril del 2013, cuando el conservador Mariano Rajoy acudió al Vaticano un mes después de la elección del argentino Jorge Mario Bergoglio.
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