Decenas de migrantes violaron este lunes la cuarentena impuesta en Sicilia, un día después de que cerca de doscientos de ellos huyeran de un centro de detención, mientras que Italia preparaba un barco para recibir a los recién llegados.
Cada día, cientos de migrantes siguen llegando al sur de Italia, sobre todo a las islas de Lampedusa y Sicilia.
Los alcaldes de la región declararon que ya no podían seguir el ritmo de llegadas a causa del coronavirus.
El lunes, decenas de migrantes escaparon de una tienda vigilada por una unidad de protección civil en Porto Emedocle, en la costa oeste de Sicilia.
Debían permanecer allí durante 14 días, en cuarentena.
La tienda, preparada para acoger a 100 personas, estaba ocupada por más de 500 migrantes, según los medios.
En un comunicado, el Ministerio de Interior afirmó que se había encontrado a la mayoría de los migrantes y que ninguno de los que habían sido examinados hasta la fecha era portador de covid-19.
En Facebook, el ministro de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio, declaró que era "inconcebible" que se incumplan las reglas de cuarentena.
"Migrantes o no, si hubieran sido italianos, habría dicho lo mismo. Esto es una cuestión de salud pública. El virus no ha desaparecido", afirmó indignado.
Di Maio declaró que la policía había encontrado a 125 de los 184 migrantes que habían escapado el domingo de un establecimiento de Caltanissetta, en el centro de Sicilia.
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