Un estudio a decenas de miles de niños operados en Estados Unidos mostró que los pequeños negros tienen 3,5 mayores posibilidades de morir que los blancos.
Un análisis de investigadores del Nationwide Children's Hospital de Ohio publicado el lunes por la asociación estadounidense de pediatría se interesó en niños de salud relativamente buena en el momento de la operación; es decir sin afecciones crónicas u otros factores riesgo.
Los investigadores quisieron verificar si en pacientes sanos, el proceso operatorio difería. La respuesta en 172.549 niños, entre 2012 y 2017, fue que sí.
Solo 23 blancos y 13 negros pequeños murieron en los 30 días posteriores a la operación, según datos de 186 hospitales. Pero en proporción, la mortalidad fue de 0,02% entre los niños blancos y de 0,07 en los negros (3,5 veces más).
El estudio mostró que los niños negros sufrieron a menudo más complicaciones post operatorias que los blancos (13,8% de blancos contra 16,9% de negros) así como episodios graves como paros cardíacos o una nueva operación.
El estudio no explica las razones de estas diferencias, aunque mencionan una lista de potenciales causas médicas, sociales y económicas.
Las disparidades raciales en la salud son estudiadas desde hace décadas en Estados Unidos donde el color de la piel es parte de toda estadística y está vinculada de cerca con la situación socioeconómica: los afroamericanos tienen mayor propensión a complicaciones, problemas de comunicación con los médicos, racismo consciente o inconsciente de los médicos, pobreza y acceso limitado a la atención de salud.
También los niños negros son atendidos en hospitales de menor calidad que están en los barrios en que residen. Y puede ser que los doctores están menos dispuestos a reconocer un problema médico en niños negros que en blancos, como mostraron otros estudios, especialmente por el reconocimiento del dolor.
Como suele ocurrir ese tipo de grandes análisis a posteriori, los autores no encuentran una relación causa-efecto pero saben que el problema tiene múltiples causas.
"Estos resultados podrían alimentar las conversaciones pre-operatorias sobre los riesgos y ayudar a los autores de futuros estudios a dilucidar mecanismos subyacentes de diferencias raciales en los resultados post-operatorios de los niños", concluyeron.
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