La justicia italiana va a escuchar al primer ministro Giuseppe Conte a causa de la gestión gubernamental de la epidemia de coronavirus, que causó 34.000 muertos, informaron este miércoles agencias de prensa locales.
La fiscalía de la ciudad norteña de Bérgamo, uno de los principales focos de la epidemia, ha pedido también el testimonio de la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, del ministro de Salud, Roberto Speranza y del director del Instituto Superior de Salud, Silvio Brusaferro, informó la misma fuente.
Según las páginas internet de los diarios Il Corriere della Sera e Il Sole24Ore, "los interrogatorios" van a comenzar este mismo miércoles.
La fiscalía de Bérgamo abrió una serie de investigaciones sobre el caso y recibió también este miércoles unas 50 querellas de un grupo de familiares de las víctimas por negligencia y errores en el manejo de la pandemia.
Según el diario Il Corriere della Sera, la fiscalía hablará con el primer ministro como "persona informada" de los hechos.
La investigación por la que los magistrados desean escuchar a Conte y sus dos ministros se refiere a los retardos en declarar "zona roja" los municipios de Nembro y Alzano Lombardo, particularmente afectados por la epidemia.
Por su parte, los familiares de las víctimas acusan a las autoridades por haber tardado en declarar a finales de febrero "zona roja" varias localidades de Bérgamo.
Tanto la asociación de familiares como algunos partidos y sindicatos, atribuyen ese retardo a que antepusieron los intereses económicos a los de la salud, ya que se trata de una próspera zona industrial.
La fiscalía de Bérgamo ya había abierto una investigación sobre el caso y escuchado los testimonios de políticos, entre ellos al gobernador de Lombardía, Attilio Fontana, y a su consejero para la Salud, Giulio Gallera.
Se trata de establecer técnicamente quiénes eran los responsables de declarar las "zonas rojas" durante el inicio de la epidemia, lo que enfrenta al gobierno central con las autoridades de la región Lombardía.
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