Larry Kramer, el gran activista estadounidense por los derechos homosexuales cuyas audaces acciones y escritos denunciaron la apatía gubernamental frente a la crisis el sida en los años 80, falleció este miércoles a los 84 años de edad.
"Descansa en paz nuestro luchador Larry Kramer. Tu furia ayudó a inspirar un movimiento. Seguiremos honrando tu nombre y tu espíritu con acciones", tuiteó ACT UP (Aids Coalition to Unleash Power), una de las numerosas organizaciones fundadas por Kramer cuando el virus del HIV hacía estragos en la comunidad gay a fines del siglo XX.
El diario New York Times dijo que Kramer murió de neumonía, citando a su marido David Webster.
El octogenario padecía varias enfermedades, era VIH positivo y se sometió a un transplante de hígado en 2001.
En 1981 Kramer fundó Gay Men's Health Crisis, la primera organización que apoyaba a gente con HIV, pero la dejó un año después a raíz de disputas con sus co-organizadores.
Fundó luego Act Up en 1987, con la cual lideró manifestaciones callejeras y acciones espectaculares, como irrupciones sorpresa en oficinas gubernamentales, en la Bolsa de Wall Street y hasta en la iglesia St. Patrick's durante misa para tratar de convencer a líderes estadounidenses de que debían combatir el sida.
Una vez se paró en la calle con un megáfono y gritó: "¡Presidente Reagan, su hijo es gay!". También contribuyó a la idea de envolver la casa del senador Jesse Helms en Carolina del Norte en un gran condón amarillo, inspirado en el artista Christo.
La escritora Susan Sontag lo calificó "uno de los perturbadores más útiles de Estados Unidos".
"Millones de personas están vivas gracias a Larry Kramer, yo incluido", tuiteó tras su muerte Corey Johnson, presidente del Concejo Municipal de Nueva York, que es homosexual. "No era la persona más fácil, y gracias a Dios por eso. Era un héroe y se convirtió en mi amigo".
Nacido el 25 de junio de 1935 en Bridgeport, Connecticut, Kramer se graduó de la Universidad ed Yale en 1957, y fue enlistado en el ejército.
Hizo una incursión en el cine, y trabajó en Londres en los guiones de "Dr. Strangelove" y "Lawrence de Arabia".
Era conocido como un guionista provocador, y en 1971 fue nominado al Oscar por su adaptación de la novela de D.H. Lawrence "Women in Love" (Mujeres enamoradas).
Luego comenzó a escribir sobre la homosexualidad, y en 1978 publicó una primera novela, "Faggots" (Maricas), cuya aguda sátira exloraba la promiscuidad, el uso de drogas y el sadomasoquismo en la comunidad gay.
A comienzos de los años '80, Kramer fue uno de los primeros activistas en reconocer que el sida era una infección fatal que podía extenderse y matar a millones en el mundo, sin importar el género.
"Nuestra continua existencia depende de cuánto te enojes (...) Si no peleamos por nuestras vidas moriremos", escribió en un ensayo publicado en 1983 en una publicación gay, New York Native, titulado "1.112 y contando".
Aunque su dura retórica y estilo combativo alienaban a algunos, encauzó su furia por la casi inexistente respuesta del gobierno frente a la crisis del sida en un activismo urgente que transformó el sistema de salud pública de Estados Unidos.
"En la medicina estadounidense hay dos eras: antes de Larry y después de Larry", dijo Anthony Fauci, el experto en enfermedades infecciosas que ahora lidera la lucha gubernamental contra la pandemia de coronavirus, a la revista The New Yorker en 2002.
Fauci, que se tornó en una de las voces más prominentes de la investigación federal sobre el sida, se hizo amigo de Kramer luego de que éste le llamara "un idiota incompetente" en 1988.
"Una vez que superas la retórica", dijo Fauci al New York Times tras enterarse de su muerte, "hallabas que Larry Kramer tenía mucha razón, y que tenía un corazón de oro".
Entre los escritos de Kramer más conocidos figura "The normal heart", una obra de teatro escrita en 1985 que condenaba la inacción de dirigentes frente al sida y recibió tres premios Tony en 2011, antes de ser adaptada al cine.
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