¿Habrá que comer bajo campanas transparentes en el restaurante a partir de ahora? El contexto sanitario inspira a los diseñadores, en busca de soluciones estéticas y prácticas para que se respeten las medidas de prevención.
Es el caso del diseñador francés Christophe Gernigon, conceptor de una burbuja que cubre cada comensal y su comida y que empieza a atraer a establecimientos de todo el mundo.
"Mi primera idea era ayudar a los propietarios de los restaurantes", afirma este parisino, que imaginó el "Plex'Eat" con la idea de evitar que se pareciera a los locutorios de las cárceles.
Tras haber visto en las redes sociales imágenes de mesas separadas con pantallas de plexiglás, imaginó un objeto entre "la cúpula, la pantalla y la visera". "Quería que fuera desmontable y que pudiera limpiarse en posición plana para un segundo servicio".
La campana está abierta por detrás y suspendida del techo para evitar una sensación de reclusión y permitir por ejemplo recular la silla. El coste estimado de cada unidad es de unos 150 euros (164 dólares).
Tras haber recibido muestras de interés de varios países como Estados Unidos, Japón, Alemania e Inglaterra, la fase industrial arrancó el lunes, con la fabricación de 10.000 ejemplares, y la primera instalación tuvo lugar este miércoles en un restaurante parisino.
Preguntado sobre la posibilidad de que su creación tenga un uso limitado en el tiempo, si la crisis sanitaria llega a su fin, el diseñador afirma que hay quien ya piensa en darle otros usos, como en las joyerías o en las zonas de recepción de las empresas.
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