Estuvieron nueve semanas cerradas por la pandemia del nuevo coronavirus pero este lunes las discotecas islandesas volvieron a vibrar con la música, todo un privilegio en Europa.
En el B5, un club de moda de alta gama de Reikiavik, unos amigos pasaron el rato charlando y riendo en los sofás, pero la pista de baile permaneció vacía gran parte de la noche.
Uno de los camareros, un estudiante francoislandés de 22 años llamado Nicolas, sirvió bebidas con una sonrisa.
La covid-19 no le preocupa "demasiado", dice. De hecho, su vida "ha vuelto a la normalidad" desde que las restricciones se levantaron a principios de mes.
Los amantes de la vida nocturna están encantados de salir de nuevo.
"Nos hemos divertido en casa pero es diferente, es un grupo más cerrado y hablamos más", resumen los veinteañeros Kristján y Einar. Se sienten "aliviados" de poder moverse al ritmo de la música entre luces violetas.
Lo han festejado con una botella de champán, servida con luces de bengala para marcar la ocasión.
El club abrió a las 17H00 (misma hora GMT). En el interior, Thórhallur Vídarsson, el gerente de este establecimiento de moda, puede acoger a 160 clientes sin reglas de distanciamiento físico.
A Smári Jökulsson, que trabaja a tiempo parcial en un centro de ocio, no le plantea problema.
"Como trabajo con niños, soy bastante relajado con las reglas de distanciamiento social", confiesa el joven de 22 años, contento de tener espacio después de semanas de fiestas en casa con mucho alcohol.
- Hasta las 23H00 -
La juerga será de corta. Las discotecas deben cerrar a las 23H00, al igual que los bares y salas de juegos que también han reabierto. Demasiado pronto para poder admirar el sol de medianoche (en la isla boreal, el sol casi no se pone entre mediados de mayo y de agosto).
Normalmente los islandeses comienzan la fiesta en casa para evitar gastar demasiado y pueden disfrutar de la vida nocturna hasta las 3 de la madrugada de lunes a viernes, y hasta las 4H30 los fines de semana.
Islandia es, después de Letonia, el primer país europeo en reabrir las discotecas.
En la pequeña isla del Atlántico Norte se han registrado 1.804 casos del nuevo coronavirus y 10 muertes desde el comienzo de la epidemia y el número de nuevas infecciones diarias oscila entre cero y tres desde hace casi un mes.
A día de hoy, el país ha sometido a test a 58.856 de sus 364.000 habitantes, es decir más del 16% de la población, lo que lo convierte en líder mundial en pruebas por ciudadano.
A mediados de mayo el gobierno anunció su intención de reabrir las fronteras antes del 15 de junio y prevé ofrecer un test a los viajeros que lleguen a su único aeropuerto internacional, para evitarles dos semanas de cuarentena.
En Corea del Sur, Seúl reabrió los clubes nocturnos pero volvió a cerrarlos el 10 de mayo debido a la aparición de un foco de contagio que hizo temer un nuevo brote de covid-19.
Aunque la vida nocturna islandesa resucita, se desconoce qué pasará con los conciertos y festivales, incluido el Thjódhátid, que tradicionalmente reúne a unas 16.000 personas el último fin de semana de julio.
str/cbw/roc/erl