Merkel frente a las críticas en Alemania por su "giro de 180 grados" en Europa

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La canciller Angela Merkel enfrenta las primeras críticas en Alemania tras el plan de mutualización de las deudas europeas propuesto el lunes junto al presidente francés Emmanuel Macron frente al coronavirus, y que rompe un tabú en materia de solidaridad en la UE.

En un país muy apegado a las virtudes de la austeridad presupuestaria, y que a raíz de la pandemia ya tuvo que hacer el duelo a su regla de cero endeudamiento, el plan de reactivación franco-alemán para Europa provoca interrogantes.

"Estoy sorprendido de que hagamos un giro de 180 grados, que de repente la Unión Europea pueda endeudarse", dijo este martes el diputado liberal Alexander Lambsdorff.

El carácter "excepcional" de la crisis, subrayado nuevamente la víspera por Merkel, no justifica de todos modos que la Unión Europea "arroje por la borda sus reglas y principios", señaló el diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung en un duro editorial.

La primera economía europea hará el aporte más importante, de 135.000 millones de euros (unos 147.000 millones de dólares), en el paquete total de 500.000 millones de euros (unos 550.000 millones de dólares), si éste es finalmente adoptado por todos los Estado miembros de la UE.

Merkel reconoció el lunes que la propuesta, apoyada también por su partido conservador, era "valiente" y susceptible de atraer críticas en Alemania.

Merkel y Macron proponen que la Comisión Europea financie ese apoyo a la reactivación endeudándose en los mercados "en nombre de la UE".

El dinero será volcado en gastos presupuestarios en los países europeos más afectados por la pandemia, como España e Italia. Los países beneficiarios no tendrán que reembolsar las ayudas.

Se trata de un paso en dirección a los "eurobonos" o "coronabonos" que Italia en particular, apoyada por Francia, ha reclamado, pero que eran considerados hasta aquí como una línea roja en Alemania y los países del norte de la UE, que critican a los del sur su laxismo presupuestario.

- Dejar una huella -

Al consentir la idea de una mutualización de las deudas, Merkel ha demostrado "reafirmar el compromiso europeo de Alemania ante las críticas bastante duras de Italia o España", analizan en el entorno de la presidencia francesa.

La semana pasada, la canciller ya se había manifestado a favor de una integración más grande de la zona euro, tras un fallo de la Corte Suprema alemana que criticó los planes de ayuda del Banco Central Europeo (BCE).

Merkel "también tiene en mente que Alemania asumirá la presidencia de la UE en julio. Quiere dejar una huella", antes de cerrar el año próximo su cuarto y último mandato.

Angela Merkel puede permitirse tomar ciertos riesgos políticos. Sigue el frente de los sondeos de popularidad por su gestión de la crisis del coronavirus, que ha afectado menos duramente a Alemania que a otros europeos como Reino Unido, Francia o Italia.

La idea de una mutualización de las deudas en Europa ha avanzado lentamente en Alemania, donde economistas o partidos como los Verdes ya se manifestaron a favor de "coronabonos" ante esta crisis sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial que atraviesa el Viejo Continente.

"Corresponde ahora a Merkel y Macron poner todo su peso arriba de la mesa" para imponer el proyecto a nivel europeo, subraya Lisa Paus, portavoz en finanzas de los ecologistas en el parlamento alemán.

Europa no puede permitir que "estas propuestas desaparezcan como las de Meseberg" hace dos años, recordó, cuando Francia y Alemania se pusieron de acuerdo para una integración más grande de la zona euro, en particular mediante un presupuesto integrado, pero todo quedó en letra muerta ante la falta de aprobación de sus socios.

Ahora les espera una dura tarea. Países del norte y centro de la UE como Holanda, Dinamarca y Austria ya manifestaron su reticencia. El canciller austríaco Sebastian Kurz dijo en ese sentido estar dispuesto a ayudar "con préstamos y no con subvenciones".

ilp/ylf/sst/mar/mb

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