El cónsul chileno en la ciudad argentina de Rosario, Fernando Labra Hidalgo, murió este miércoles en un sanatorio privado tras permanecer varios días internado por COVID-19, según información oficial.
Su caso fue incluido en el reporte diaro del Ministerio de Salud agentino, al anunciar cuatro muertes registradas este miércoles, para un total de 31 fallecidos sobre 1.133 contagiados.
El cónsul "falleció a las 15H30 (locales, 18H30 GMT) a raíz de una falla multiorgánica", informó al diario local La Capital una fuente del sanatorio Parque de Rosario, a 310 km al norte de Buenos Aires.
Labra Hidalgo se transformó en la primera víctima fatal del coronavirus en la ciudad de Rosario, donde viven 1,2 millones de personas.
El canciller argentino, Felipe Solá, transmitió las condolencias del gobierno argentino a su par chileno, Teodoro Ribera Neumann, indicó un comunicado.
Ribera Neumann había dicho que el cónsul chileno se encontraba hospitalizado en aislamiento desde el sábado pasado y había ingresado en "estado delicado".
Labra Hidalgo, de 65 años, era un diplomático de carrera, con 32 años en el servicio exterior de Chile. Su fallecimiento fue confirmado por la cancillería de su país en un comunicado en el que lamentó "profundamente su pérdida", sin precisar las causas de su deceso.
"Lamento profundamente el fallecimiento de mi amigo Fernando Labra, cónsul general en Rosario, primer diplomático chileno víctima del coronavirus", tuiteó Heraldo Muñoez, presidente del Partido por la Democracia (PPD) y exministro de Relaciones Exteriores de Chile.
"Lo conocí durante 30 años. Funcionario de carrera, de ideas democráticas, siempre fue un profesional ante todo. Se le echará de menos", agregó.
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