La CIDH instó este martes a garantizar la salud de los detenidos durante la epidemia del coronavirus, denunciando los amotinamientos mortales en Colombia y en Argentina y una huelga de hambre en un centro para migrantes en Estados Unidos en protesta por la situación sanitaria.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) urgió a los estados a enfrentar la "gravísima situación de las personas privadas de libertad en la región" y en particular hizo un llamado a reducir la sobrepoblación en los centros de detención como una medida de contención de la pandemia que ha dejado más de 40.000 muertos en el mundo.
Entre los casos que generaron preocupación en la CIDH, un ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), figura el motín en la cárcel Modelo de Bogotá - en el que murieron 23 reclusos hace una semana - en un momento en que Colombia enfrenta la llegada de la epidemia y que las prisiones están superpobladas.
"Según información recibida por la CIDH, distintos amotinamientos habrían ocurrido como protesta contra el hacinamiento y la falta de elementos de higiene personal y protección para prevenir el contagio del nuevo coronavirus", dijo la entidad.
Al ocurrir el incidente en la Cárcel Modelo - que derivó en desórdenes en otros centros en Colombia - el Ministerio de Justicia dijo que los motines estaban relacionados con planes de fuga.
La CIDH también denunció que los presos de la prisión El Milagro, de Trujillo, Perú, se amotinaron exigiendo mejores condiciones frente a la situación de emergencia sanitaria producida por el COVID-19, incidentes que dejaron 31 heridos.
Otro caso citado por el organismo son dos motines en Argentina - entre el 23 y el 25 de marzo en la provincia de Santa Fe - también en reclamo por las medidas sanitarias adoptadas frente a la pandemia, que dejaron cinco muertos.
La CIDH también denunció que "en al menos tres centros de detención migratoria de Nueva Jersey, Estados Unidos, se están promoviendo huelgas de hambre por parte de internos para protestar en respuesta a las medidas impulsadas por el Estado frente a la propagación del nuevo coronavirus".
La semana pasada la Alta Comisaria para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió de forma urgente la reducción del número de presidiarios en el mundo para evitar que la pandemia provoque estragos en las cárceles, que generalmente están superpobladas.
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