Unos 100.000 trabajadores de restaurantes perdieron su empleo en Costa Rica tras el cierre de más de 40% de los establecimientos del ramo, golpeados por las medidas para combatir el coronavirus, informaron dirigentes del sector.
Según la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore), han cerrado 7.980 restaurantes este mes, cuando se detectaron los primeros casos de COVID-19 en el país, lo que llevó al despido de 109.440 trabajadores.
Los establecimientos cerrados equivalen a 42% de los afiliados de Cacore, según un sondeo realizado por la entidad empresarial.
"La mayoría de estos negocios, 88,24%, son micro, pequeñas y medianas empresas, que claman al gobierno por más, mejores y prontas acciones para no tener que despedir a los empleados", declaró Clemencia Palomo, directiva de Cacore, citada por el diario local La Nación.
En las plazas de alimentación de los centros comerciales, las ventas cayeron hasta 95%, según Cacore.
El gobierno costarricense adoptó medidas para auxiliar a las empresas ante la pandemia, como una moratoria en el pago de impuestos y cargas sociales, pero para los dueños de restaurantes ha sido insuficiente.
"A pesar de la buena voluntad del gobierno, las medidas para salvar nuestros negocios no son suficientes", lamentó Jorge Figueroa, directivo de Cacore.
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