El estado de Rio de Janeiro prohibirá a partir del sábado por un periodo inicial de 15 días la circulación en las playas, así como el funcionamiento de bares y restaurantes para contener la propagación del nuevo coronavirus, informó el gobierno de Rio, capital turística de Brasil.
El decreto, publicado por el gobernador, Wilson Witzel, determina también la suspensión de enlaces aéreos, marítimos y terrestres con otros estados brasileños donde se hayan declarado casos del virus, pero estas medidas deben ser refrendadas por las autoridades federales.
Las fuerzas de seguridad del estado de Rio de Janeiro podrán "fotografiar y filmar a todos aquellos que no cumplan las medidas previstas" y transmitir las informaciones al Ministerio Público para abrir una investigación sobre "crimen e infracción administrativa", señala el decreto.
La veda de bares y restaurantes exceptúa a los establecimientos situados en hoteles y posadas, para que puedan atender a las personas colocadas en cuarentena por sospechas de coronavirus.
Incluye en cambio a los centros comerciales (shoppings).
Podrán permanecer abiertos en cambio los supermercados, las farmacias y los servicios de salud.
El estado de Rio y la ciudad de Sao Paulo, principales focos de la pandemia en Brasil, ya se habían declarado el viernes pasado en "estado de emergencia", suspendiendo las clases y restringieron los servicios comerciales y el uso de los transportes públicos.
El gobierno brasileño ordenó este jueves cerrar las fronteras terrestres con todos sus vecinos, exceptuando Uruguay.
Brasil confirmó hasta el momento seis muertos y 621 contagios de COVID-19.
Sao Paulo concentra 286 del total de casos y cuatro muertes, seguido de Rio de Janeiro, que confirmó 65 personas infectadas con el virus y dos muertos.
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