Ante la multiplicación de casos del nuevo coronavirus en todo el mundo, y en particular en Europa, el Centro Europeo de Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC, según sus siglas en inglés) se ha convertido en una herramienta esencial para frenar la epidemia.
El ECDC, cuya sede está en Estocolmo, está en la primera línea de la lucha contra el virus en Europa, que ya ha infectado hasta ahora a más de 3.300 personas en todo el continente.
El centro, que trabaja con agencias de salud públicas y privadas, tiene una visión global de la enfermedad, anticipa su evolución y propone las medidas que deben ser adoptadas.
No se centra en "la enfermedad de un paciente en particular, sino en la epidemia en su conjunto", dice a la AFP Josep Jansa, director de la sección de estudio y respuesta a la epidemia.
La agencia establece entonces una serie de pautas --como cuándo deben hacerse los tests a los pacientes--, para que los recursos médicos sean utilizados de forma eficiente.
"Cuando tienes 100 casos, puedes ocuparte de ello, pero si tienes 10.000 es necesario priorizar porque no es posible efectuar pruebas a cada individuo", agrega Jansa.
La agencia detectó las primeras señales de la nueva epidemia a finales de 2019 -- un conjunto de casos de neumonía en China -- y se preparó para una propagación a territorio europeo.
La epidemia de COVID-19 ha infectado hasta ahora a más de 93.000 personas, causando la muerte a 3.200 de ellas, en su gran mayoría en China.
Italia se ha convertido en el mayor foco en Europa con 2.500 casos, aunque la enfermedad se ha extendido a 28 países del continente europeo, con 85 fallecimientos, según datos del ECDC.
- Responder a la crisis -
Creada en 2004, la agencia surgió a raíz de la desarticulada respuesta de la Unión Europea a la epidemia del SARS en 2003.
Esa epidemia reveló la necesidad de un organismo que coordinara las recomendaciones sobre cómo los gobiernos europeos deben responder a crisis similares.
Las oficinas del ECDC rezuman tranquilidad, aunque la presencia de la crisis está en todas partes.
Los relojes en las paredes, además de marcar la hora local, indican la de la ciudad china de Wuhan, epicentro de la epidemia, donde el virus surgió en diciembre pasado.
Pantallas de televisión muestran gráficos y mapas de la propagación de la enfermedad, y muchos computadores tienen la microscópica imagen del virus como fondo de pantalla.
Aparece en toda la oficina el mensaje "PHE Nivel 2 Fase aguda".
PHE quiere decir Public Health Event (Acontecimiento de Salud pública) y el nivel 2 es el más alto de una escala de tres, que empieza en cero, en situación de total normalidad.
Desde que la agencia elevó el nivel al de máxima alerta, a fines de enero, dos equipos se turnan desde el principio de la mañana hasta la noche para apoyar a los Estados miembros en elaborar sus respuestas.
- Anticipar la epidemia -
Gran parte del trabajo de la agencia se centra en anticipar o prever las epidemias. Cada día, a las seis de la mañana, el equipo del ECDC dedicado a las epidemias inicia su jornada.
Fue este grupo el que detectó las señales del nuevo coronavirus antes de que las autoridades chinas lo anunciaran de forma oficial, y a principios de enero tuvieron los suficientes elementos como para activar su labor en modo de emergencia.
"Es como un puzle, empiezas hallando la primera pieza, y luego a medida que pasan los días las demás se van colocando en su sitio, y entonces empiezas a tener una imagen global del rompecabezas" dice a la AFP el responsable del equipo, Thomas Mollet.
Según Mollet, los instrumentos de los que dispone el equipo le permiten ahora seguir la evolución de la epidemia en tiempo real, "por primera vez en la historia".
jll/po/bsp/jv/bp/me/af