La tienda parisina que ofrece la experiencia de estar cerca de animales exóticos, con una vidriera que parece salida de la imaginación de un naturalista victoriano, tiene nombre: Deyrolle. Este comercio de taxidermia, fundado en 1822 por Jean-Baptiste Deyrolle, ha sido una referencia tanto para coleccionistas como para artistas de renombre. Situado en Rue du Bac, en el 7º districto de la Ciudad Luz desde 1888, este lugar no es simplemente una tienda ni un museo, sino una rara combinación de ambos.
Thomas Block, director de taxidermia del lugar, compartió en una entrevista con Thrillist su visión sobre este singular negocio: “El verdadero encanto de Deyrolle reside en su carácter de gabinete de curiosidades. Es el más antiguo de Europa y permite una interacción directa con los especímenes, algo que en un museo tradicional no se puede hacer”.
La tienda, famosa mundialmente, empezó a ganar notoriedad en 1840 con la taxidermia exitosa de un elefante de Ceilán. Con el tiempo, Deyrolle se dedicó al ámbito educativo, y comenzó a publicar carteles científicos para escuelas a partir de 1870.
A pesar de su apariencia, el proceso de adquisición de los animales en Deyrolle es riguroso y ético. Todos los especímenes mueren de causas naturales, a menudo en zoológicos o granjas. “Cada animal debe ser identificado y registrado antes de que llegue aquí. No puede simplemente ‘aparecer’. La procedencia y el origen son vitales”explicó Block.
Una vez que el animal llega al establecimiento, comienza un proceso minucioso de conservación. Las pieles son curtidas, pasan por un baño químico y luego se limpian y preparan para el montaje. Según el tamaño del animal, el trabajo puede requerir una sala especial y varios taxidermistas. Trabajadores del lugar explican que un proceso que puede llevar años antes de que un cliente específico requiera ese animal.
El trabajo de taxidermia no se lleva a cabo íntegramente en la tienda. El establecimiento trabaja con muchos taxidermistas, especialmente para animales de gran tamaño como los tigres. En Deyrolle se hace la restauración y la entomología, lo cual no requiere tanto espacio ni químicos peligrosos.
A lo largo de su historia y de la popularidad que empezó a tomar, Deyrolle comenzó a recibir visitas de celebridades: Salvador Dalí era un visitante habitual. Actualmente, personalidades como Sofia Coppola, Damien Hirst y Wes Anderson recorren con asiduidad los pasillos del lugar.
En 2008, un incendio destruyó gran parte del interior del edificio y la colección, lo que representó un duro golpe para el establecimiento. Sin embargo, figuras destacadas como las fotógrafas Sophie Calle y Nan Goldin ayudaron en la limpieza. También, documentaron el proceso y ofrecieron apoyo al comercio.
Para desmentir rumores sobre prácticas poco éticas, Block aclaró en la entrevista que: “Algunos creen que tenemos un matadero en la parte trasera de la tienda. Especialmente los niños preguntan si los animales fueron matados para estar aquí. Explicar el origen de los animales es crucial porque cambia completamente la percepción de la visita”.
En cuanto al futuro de Deyrolle, Block tiene una visión clara: “Si bien algunas personas nunca superarán la idea de ver animales muertos, la taxidermia aquí es un portal a la vida. No deberías pensar en la muerte cuando visitas Deyrolle, deberías ver la vida representada”.
Este enfoque en la vida y la conservación se refleja en el esmero con el que seleccionan y preparan cada espécimen. En un mundo donde la naturaleza enfrenta continuas amenazas, Deyrolle cree en la preservación de la belleza de estos animales. Y además, en la tienda se busca educar a todo aquel que visite el lugar.
Para Thomas Block: “La taxidermia en sí misma es un arte. Nos recuerda la fragilidad y belleza de la vida, y nos obliga a pensar en la manera en que coexistimos con estos increíbles seres”. Deyrolle, con su importante historia y su compromiso con la educación y la ética, continua como un faro de curiosidad y aprendizaje en el corazón de París.