El control en el interior de algunas cárceles en el nororiental estado brasileño de Pernambuco "fue transferido" por el Estado a un grupo de presos, conocidos como "llaveros", denunció en San Pablo la organización no gubernamental a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Human Rights Watch/a (HRW).
El informe a href="https://www.hrw.org/es/news/2015/10/20/brasil-donde-los-presos-mandan" rel="noopener noreferrer" 'El Estado dejó al mal tomar cuenta'/a, que forma parte de un ciclo de estudios sobre las peores prisiones del país, concluye que el estado de Pernambuco tiene las cárceles más superpobladas de Brasil.
El informe de HRW
Según HRW, los "llaveros" son "escogidos a dedo" por las autoridades y en el presidio de Curado, el mayor de la región con 7.000 presos -el triple de su capacidad-, 26 de ellos operan en los tres edificios que integran el complejo penitenciario.
Los "llaveros" son "escogidos a dedo" por las autoridades
Los voceros de HRW en Brasil indicaron que los responsables de la administración penitenciaria en Pernambuco entregan literalmente las llaves de las celdas a presos "todos ya condenados y con cierto liderazgo", quienes se encargan de la movilización interna de los reclusos y de acompañar a los guardianes, abogados e incluso jueces.
"Muchos de los 'llaveros' llegan a pagar sobornos para ser designados en su función", dijo uno de los voceros de HRW.
La Secretaría de Justicia y Derechos Humanos de Pernambuco reconoció que el sistema carcelario enfrenta desafíos en materia de hacinamiento y salud, pero evitó comentar sobre la "transferencia del control" casi que de manera oficial para los propios presos al interior de las cárceles, como denunció HRW.
Los "llaveros", de acuerdo con el informe, "venden drogas, extorsionan a otros presos y exigen pagos en contraprestación para entregar lugares para dormir".
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