Una botellita de gaseosa aporta más azúcar que la recomendada para todo el día

El dato surgió de una investigación que analizó el contenido de 184 bebidas azucaradas. 600 mililitros equivalen a 65 gramos de azúcar, contra los 50 recomendados por la OMS. La Argentina, entre los países que más consumen gaseosas del mundo

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Que las gaseosas son parte responsable de la epidemia de obesidad no es novedad. Que su consumo se asocia al aumento de peso y la diabetes tipo 2 tampoco. Ahora, que cada vez más estudios muestran una relación entre el consumo de gaseosas e hipertensión y enfermedades coronarias es tan novedoso como alarmante. Más aún si al dato se le suma la evidencia de que "tan nocivas como las gaseosas resultan las aguas saborizadas, bebidas deportivas, bebidas a base de soja y jugos en cajitas".

Así lo aseguró a Infobae la directora del área de políticas de alimentación saludable de la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC). El organismo realizó una investigación sobre 184 bebidas azucaradas con el objetivo de conocer el contenido de azúcar en cada una de ellas. El dato más relevante corresponde a las gaseosas: una botella de 600 mililitros aporta en promedio 65 gramos de azúcar, que equivalen a 13 cucharaditas de azúcar.

Si se tiene en cuenta que la recomendación actual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el consumo de azúcar agregada debe representar menos del 10% del total de energía consumida en un día por una persona (esto equivale a 50 gramos de azúcar por día, o 10 cucharaditas para una dieta promedio de 2000 kcal), bien puede concluirse que sólo con el consumo de una botella de 600 mililitros de gaseosa, una persona supera ampliamente la cantidad de azúcar agregada recomendada por día.

La indicación de la OMS abarca solamente el azúcar agregado o libre, es decir, el azúcar añadido a los alimentos y bebidas durante su preparación, tanto en la fabricación como en el hogar y excluye a los azúcares presentes naturalmente en los alimentos, como es el caso de las frutas.

El relevamiento demostró que las gaseosas lideran la lista con 21,9 gramos de azúcar en promedio cada 200 mililitros (equivalente a un vaso). Otras categorías relevantes son las bebidas deportivas que contienen 12 gramos en promedio y las aguas saborizadas que, a pesar de estar ubicadas en el último escalón y hasta tener "fama" de bajas calorías, presentan un elevado nivel de azúcar agregado (9,6 gramos).

El consumo excesivo y reiterado de bebidas azucaradas tiene un impacto negativo sobre la salud, porque se trata de productos que aportan "calorías vacías" al organismo. Es decir, brindan sensación de saciedad sin aportar nutrientes, lo cual provoca una reducción en la ingesta de otros alimentos y bebidas con mayor contenido de nutrientes, como jugos naturales y verduras, que deberían estar presentes en la dieta regular. "Las gaseosas son alimentos de bajo valor nutricional, que aportan enormes e innecesarias cantidades de azúcar a la dieta. La Argentina está entre los primeros puestos de consumo de gaseosas en el mundo, situación que contribuye a empeorar la creciente epidemia de obesidad en niños y adultos que se observa en nuestro país", explicó Lorena Allemandi.

Consultada acerca de cómo sería conveniente desalentar el consumo de este tipo de bebidas, la especialista consideró que "es necesario promover políticas públicas que reduzcan el consumo de bebidas azucaradas y otras fuentes de azúcar agregada, y garanticen el acceso al agua potable y gratuita". Y en ese sentido, sugirió: "Lo que promovemos es que la promoción de políticas que garanticen por ejemplo el acceso al agua potable gratuita no pueden ser medidas aisladas. La prevención de la obesidad infantil debe ir acompañada de la instalación de bebederos en las escuelas, aumento de las horas de actividad física en horario escolar, restricción de la venta de bebidas azucaradas en los colegios y materias en la currícula que incluyan contenidos de alimentación saludable".

En la Argentina, según la Encuesta de Factores de Riesgo (2013), el 57,9% de la población adulta tiene exceso de peso y en los últimos años, el sobrepeso y la obesidad aumentaron considerablemente en toda la población, incluyendo los niños y adolescentes, especialmente en los sectores sociales de menor nivel socioeconómico. Dado este escenario, resulta central garantizar el acceso a una alimentación adecuada y fortalecer la capacidad de las personas para optar por alternativas más sanas, especialmente en los grupos sociales más vulnerables.

El dato surgió de una investigación que analizó el contenido de 184 bebidas azucaradas. 600 mililitros equivalen a 65 gramos de azúcar, contra los 50 recomendados por la OMS. La Argentina, entre los países que más consumen gaseosas del mundo

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