Tobías Núñez, el chico de 5 años que fue picado por un alacrán venenoso el 7 de enero y que llegó a encontrarse en un estado crítico, fue dado de alta. Según el último parte médico ofrecido por el Sanatorio Güemes, un reciente ecocardiograma y dos nuevos análisis de sangre permitieron que el chico pudiera volver a su casa, aunque deberá seguir sujeto a un control regular con un cardiólogo y un pediatra.
"Tobías está de alta. Está de alta sanatorial, de la internación. Ahora va a seguir los controles por ambulatorio. El jueves tiene un control con un cardiólogo infantil y el martes próximo será atendido por un pediatra. Esperemos que de a poco pueda tener el alta médica, por ahora tiene el alta sanatorial", explicó ante la prensa Gabriela Pahissa, asisstente médica de la dirección del Güemes.
"La vida que hará es una vida normal. Con una actividad física restringida por el momento, hasta que se termine de recuperar. No tiene que hacer reposo, pero tiene que hacer una actividad física controlada", agregó la especialista.
La médica explicó que Tobías se encuentra anímicamente mucho mejor que hace unos días. En los últimos días, se comunicó sin problemas con los psicólogos infantiles que acudieron al su visita y se mostró de muy buen humor.
"Estaba feliz con sus padres y con sus juguetes y ahora está más que contento con la noticia de que se va a su casa", explicó la especialista.
Además, la especialista dio detalles sobre los difíciles días que atravesó el niño desde que fuera internado. Confirmó que Tobías sufrió cuatro paros cardíacos y que padeció un edema severo en uno de sus pulmones, por lo que durante algunos días se le tuvo que administrar la asistencia de un respirador artificial.
Tobías fue picado por un alacrán venenoso en el cuello el sábado 7 de enero en su casa ubicada en las calles Costa Rica y Gurruchaga, en pleno Palermo Soho y la rápida acción de sus padres permitió que los médicos pudieran atender el caso a tiempo.
Gastón, el padre del chico, habló en la puerta del hospital tras la noticia y contó cómo seguirá la vida de su hijo: "El año que viene hace preescolar, se nos cortó las vacaciones. Tiene la familia, abuelos, tíos y primos en la costa pero no podemos ir porque lo más importante es el tratamiento de él. En algún momento se dará la posibilidad de viajar y tomarnos vacaciones".
Asimismo, pidió que los restaurantes "tomen cartas en el asunto" para que "limpien y fumiguen" y así la gente "vaya a comer a los lugares tranquila".
También recordó su manera de reaccionar al momento del hecho: "Actué con la intuición de padre, fue la primera reacción que tuve. Cuando me dice 'papa me duele' pensé 'algo le picó'. Fui a buscar que le había picado y por suerte lo encontré. Mi reacción fue no matarlo porque no me servía si lo mataba. Tenía que mostrar en el hospital que le había picado. No sabía que un alacrán podía llegar hasta estas circunstancias".
Contó que la comuna de Palermo se ofreció a ayudarlos para fumigar la casa pero que ellos también tienen pensado "colaborar" para que no haya más cucarachas: "Hay que escuchar y tomar consejos de limpieza, de fumigar y revocar. La fumigación no mata los alacranes pero si las cucarachas, que es de lo que se alimentan".
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