Nació en Australia hace solo tres años. Pero por su eficacia dejó de ser una afición local para expandirse con celeridad al resto del mundo. El entrenamiento F45 es -aún- una incipiente tendencia global que crece en número de adeptos y centros especializados en locaciones repartidas en diferentes continentes y que ha alcanzado el estatus de culto en todo el planeta desde su lanzamiento.
Con la promesa de resultados sorprendentemente rápidos para los practicantes, el desafío F45 (de "Functional 45") es un programa de acondicionamiento físico que consta de solo ocho semanas con un trabajo de 45 minutos por clase combinando circuitos de entrenamiento de intervalo de alta intensidad (HIIT) y entrenamiento funcional. Este método es furor en el país oceánico y su apego aumentó notablemente en el último tiempo.
Específicamente, el HIIT se compone de una mezcla de períodos cortos de actividades cardiovasculares y de fuerza alternando la intensidad (intervalos de alrededor del 80% o 90% del ritmo cardíaco con otros del 50%) que incrementan la capacidad del cuerpo para oxidar tanto la glucosa como la grasa. Por su parte, el funcional tiene concepciones similares: su filosofía se centra en el progreso gradual en la fuerza y resistencia, respetando el movimiento natural del cuerpo humano. Busca potenciar la aptitud, mientras se esculpe y fortalece la silueta.
De acuerdo con los creadores del F45, esta combinación de modalidades deriva en el método de entrenamiento más eficaz para la quema de grasa y la construcción de músculo magro.
Los usuarios realizan circuitos incluyendo actividades cardiovasculares, de fuerza y de resistencia. En total, hay 27 secuencias de ejercicios diferentes por sesión (de una duración final de 45 minutos), una rutina que se repite en el transcurso de los dos meses, aunque difícilmente con la misma secuencia por la cantidad de variantes. Todas las clases constan de dos rondas de nueve estaciones marcadas en el piso con intervalos de 35 segundos y 25 de descanso. Entre cada estación, los participantes disponen de un minuto para tomar agua.
En los centros particulares del F45 hay equipos TRX, pelotas de medicina, sacos de arena, todos elementos conocidos en los gimnasios modernos actuales. Pero no hay espejos. En las paredes sólo hay pantallas en las que se proyectan los ejercicios del día. Y esto es para las competencias a grandes escalas, lo más seductor del programa.
Por año se realizan cuatro desafíos que se desarrollan en todos los centros al mismo tiempo. ¿Cómo? Mediante el uso de la tecnología. La secuencia de ejercicios que se realizarán al día llegan desde Australia y se transmiten en las pantallas. Así, en los más de 700 establecimientos que hay en todo el globo. El desafío actual está en marcha: comenzó el 24 de julio y terminará el 17 de septiembre. Al final se elige a la mujer y al hombre que presentaron la mejor evolución.
Distintos participantes de este reto fitness demostraron un evidente progreso logrado en escaso tiempo. La evolución de su cuerpo refleja la eficacia de la rutina. Estructura, motivación y apoyo son las tres claves del éxito del programa, según la entrenadora Jessica Williams. "El foco está más en educar a nuestros miembros en cambios sostenibles del estilo de vida para que puedan obtener esos resultados a largo plazo", dijo.
Lisa Young es la última ganadora global en la rama femenina. A sus 25 años, perdió más de seis kilos siguiendo un plan semanal de seis clases en conjunto con la alimentación sugerida: dos semanas de desintoxicación, cuatro semanas con una dieta rica en proteínas y dos semanas en una dieta elevada en grasas diseñada para ayudar a deshacerse de la retención de agua, azúcar y construir músculo, apuntó el periódico DailyMail.
El F45 fascinó a estrellas y deportistas. El actor australiano Hugh Jackman le dio un impulso grande y lo hizo más popular al publicar fotos y videos en los que se lo veía entrenando con esta rutina en la preparación para la película Wolverine. También equipos locales de rugby y básquet incurrieron en el sistema y lo incorporaron en sus entrenamientos.
La última moda australiana de fitness se viralizó rápidamente. En menos de cuatro años, el programa ya cuenta con estudios en Estados Unidos (por ejemplo, en Los Ángeles, Chicago y Nueva York), Gran Bretaña, Sudáfrica, Filipinas e India, entre varios otros. En Latinoamérica el primer país es México, donde llegó recientemente.
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