Los cristogramas acompañan a la campana acostada, inerte, sobre los escombros. Son los únicos testigos que quedaron en pie. La imagen de San Guillermo, quien lleva el nombre del convento, también se mantiene erguido sin saber que un terremoto derrumbó todo a su alrededor. Ese santo es quien da identidad a la iglesiadesde el siglo XVI en Totolapan, Morelos.
El Convento de San Guillermo es una de las máximas atracciones turísticas de la ciudad, que ahora deberá reconstruirse por completo. Su campanario, lleno de esplendor 500 años atrás, quedó destruido luego del impactante terremoto de 7.1 grados en la escala de Richter que sacudió México.
Pero el de Totolapan no fue la única iglesia que sufrió las consecuencias del sismo. El templo de Santo Tomás de Tetelilla fundado en 1590 en Jonacatepec, también quedó devastada. Su cúpula desapareció por completo y quedó esparcida en la nave principal de la capilla.
La tradicional Iglesia de Chalcatzingo también sufrió el impacto del sismo. Su campanario colapsó, tal como lo muestran las fotografías del Diario de Morelos. Lo mismo ocurrió con el Santuario del Señor de Tepalcingo, del siglo XVIII.
La colorida Iglesia de Huazulco también padeció la inclemencia del terremoto que conmovió a varios estados mexicanos. Su reloj y su campanario fueron los más afectados a simple vista. Similares daños sufrió la Parroquia de la Asunción en Yautepec, cuya torre principal quedó destruida casi por completo.
En Puebla también se vieron edificios religiosos y centenarios afectados por el fenómeno. La iglesia de los Remedios en Cholula sufrió daños irreparables en dos de sus tradicionales cúpulas.
LEA MÁS: