Afromexicanas: la lucha contra una discriminación silenciosa que no cesa

El acoso sexual, la falta de acceso a la educación y a servicios de salud son una constante entre la población de mujeres afrodescendientes en México, quienes piden dejar de ser tratadas como trabajadoras sexuales o gente que hace la limpieza

Guardar
En México hay más de 700.000 mujeres afrodescendientes. (Foto: Facebook)
En México hay más de 700.000 mujeres afrodescendientes. (Foto: Facebook)

Celeste tiene distintas historias de discriminación que contar tanto en primera como en tercera persona. Reconoce que pertenece a un grupo sumamente vulnerable: es mujer, pero también afrodescendiente, el segmento poblacional más discriminado en México.

Sabe que sus rasgos físicos la ponen en desventaja y que su condición de mujer la puede hacer blanco de una de las 76 agresiones que todos los días sufre el sexo femenino en el país.

"Hay una doble discriminación. Yo la he visto: yo sé de muchos casos de que nada más de ver a una negra empiezan a decir que son más calientes, que son prostitutas y también se piensa que las mujeres negras trabajan en el servicio (doméstico)", cuenta a Infobae con cierta indignación.

Ésa discriminación también la sufrió su madre, originaria de Guerrero, un estado en donde en ciertas zonas las mujeres tienen que casarse muy jóvenes. Para evitar un matrimonio a temprana edad emigró a la Ciudad de México para estudiar, pero, por su color, una vez la intentaron detener para pedirle su pasaporte porque no creían que era mexicana y en su empleo también era relegada.

Celeste (der) cuenta como ella, su madre y sus amigas han sido víctimas de discriminación.
Celeste (der) cuenta como ella, su madre y sus amigas han sido víctimas de discriminación.

"Cuando presentamos un decálogo para participar en la elaboración de la Constitución de la Ciudad de México, se levantó una señora y nos empezó a insultar a decirnos que nos regresáramos a nuestro país. Todos se sentían como que no hay discriminación porque todos son morenos claros, pero cuando vieron eso, al menos las personas que estaban ahí se dieron cuenta que sí hay discriminación, que ellos no sean discriminados no significa que no exista", señala Celeste, que vive en la Ciudad de México.

En los estados del Sur donde se concentra la mayoría de la población afrodescendiente se han dado casos de deportaciones de afromexicanas a Centroamericana, ante los argumentos policíacos de que en México no hay población de color.

En su momento, la oficina gubernamental a cargo de asuntos afro mexicanos en el estado de Oaxaca dio a conocer el caso de dos mujeres nacidas en tierra azteca, pero que ante la ignorancia de policías y autoridades migratorias, una fue enviada a Honduras y otra a Haití. Regresaron gracias a la ayuda de los consulados en esos países, pero nunca recibieron una disculpa pública.

Dos décadas en búsqueda de reconocimiento

La lucha para el reconocimiento de los derechos de pueblos afrodescendientes en México empezó en 1997, pero ante su situación de vulnerabilidad, las mujeres son las que realizan campañas más activas a través de organizaciones como Unidad para el Progreso y Afrodescendias MX.

Ante ello, las mujeres afro han exigido al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y al Parlamento, diseñar políticas públicas basadas en sus necesidades específicas, pues aún se les considera como parte de las comunidades indígenas.

"Considero que es impostergable en esta legislatura, la cual tiene la oportunidad y responsabilidad de saldar la deuda que México tiene con sus pueblos negros, logrando así un México más inclusivo, más justo y verdaderamente pluricultural", señaló Beatriz Amaro Clemente, lideresa afromexicana de la Unidad para el Progreso de Oaxaca (asociación civil, Unproax).

En la escuela empieza la discriminación. (Foto: Facebook)
En la escuela empieza la discriminación. (Foto: Facebook)

Como parte de la discriminación de la que son víctimas, las mujeres tienen problemas para acceder a la educación, a la salud sexual y reproductiva. Tampoco cuentan con representación política.

El porcentaje de analfabetismo de mujeres de 15 años y más que se identifica como afrodescendiente o afromexicana es de 8.4%, cifra por encima del promedio nacional de mujeres en la misma situación que es de 6.5%, de acuerdo con el documento Datos de la Población Afrodescendiente en México, del Instituto Nacional de las Mujeres.

Según distintas organizaciones, para las mujeres afro mexicanas se ha convertido en una preocupación el que en los centros de salud de las comunidades rurales la atención sea discriminatoria. A las jóvenes no se les da acceso a métodos anticonceptivos. A las mujeres adultas no se les deja elegir libremente el método de control natal que quieren usar, además de casos de esterilización sin consentimiento previo.

Los principales resultados de la Encuesta Intercensal 2015, realizada por el oficial Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta 1,38 millones de mexicanos se identificaron como afro descendientes, lo cual representa 1.2% de la población nacional. De ellos, 705.000 mil son mujeres y 667.000 son hombres. La mayoría de esta población se encuentra en los estados de Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

En los estados de Guerrero y Oaxaca, grupos ciudadanos se han organizado para gestionar políticas públicas en favor de este segmento de la población.

La población de color en México tiene 20 años peleando por su reconocimiento. (Foto: Facebook)
La población de color en México tiene 20 años peleando por su reconocimiento. (Foto: Facebook)

Félix Ramírez Rodríguez, representante de la organización Mancha A. C., explica que desde 2009 esa asociación ha trabajado por la visibilización de los pueblos negros y después de una serie de foros, consultas y demandas, uno de sus primeros logros fue que en el más reciente conteo poblacional, en 2015, ya se dio el reconocimiento a la población afro descendiente.

Otra organización, Educación Intercultural del Consejo Indígena y Afromexicano de Guerrero (CIAG), desarrolló un proyecto de Universidad Intercultural, pero no es reconocida por el Ministerio de Educación por ser una institución diferente debido a que "nació de los pueblos originarios para los pueblos originarios".

Aún así, Celeste considera que la deuda en contra de este segmento es de la población, es especial en contra de las mujeres es muy grande, pues la discriminación la empiezan a vivir desde que son pequeñas, donde son víctimas de bromas crueles de sus compañeros y compañeras de escuela.

Recuerda que un día llegó a un estacionamiento con otra psicóloga. La persona que cuidaba el lugar se dirigió a su compañera de manera muy familiar, pero cuando vio a Celeste preguntó si era su secretaria.

"No es que minimice a las secretarias, pero yo estudie lo mismo que ella, yo soy su colega, por qué inmediatamente pensaron que estaba a su servicio", cuestiona.

Los asesinatos de mujeres y el acoso sexual ha llevado a que distintos estados activen la llamada "alerta de género", pero en el caso de las afro descendientes, Celeste afirma que el hostigamiento es "horrible".

Todos los días significa luchar con esa idea de que "verte negra, ver que eres mujer tiene que ver que si tienes más nalgas o más pecho".

LEA MÁS:

México, el país que no amaba a las mujeres: 1.643 agresiones sexuales por día

Guardar