La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) confirmó que la mancha de aproximadamente 80 kilómetros de longitud que apareció cerca de la playa de Los Cabos, en Baja California Sur, el pasado 14 de julio contenía efectivamente residuos fecales.
Tras especulaciones por parte de medios locales sobre los orígenes de la gran mancha, la Coepris, que al principio atribuyo el fenómeno a un líquido derramado por alguna embarcación, debió tomar nuevamente una prueba de agua a pesar de que había aprobado el lunes en un informe a las 267 playas del país comos aguas aptas para los residentes y turistas que nadan en ellas a diario.
Ante los resultados del análisis, la entidad estatal debió reconocer que la acumulación de color rojizo se trataba de excrementos humanos.
El descubrimiento impulsó varias medidas de limpieza en la zona de Los Cabos, que depende de su fuerte industria turística para su bienestar. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Marina inmediatamente disolvieron los restos.
Según el medio local El Sudcaliforniano, la ubicación de la mancha, que cubría desde la entrada de la marina de Cabo San Lucas hasta Migraño, sugiere que los restos probablemente hayan sido depositados por un barco pese a que la descarga de desechos en la región es ilegal.
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