Chiapas: un niño indígena fue a cortar leña y lo encontraron muerto con un balazo en la cabeza

El 28 de febrero, Humberto Morales Sántiz, de 13 años, salió de la comunidad El Carrizal, en Chiapas, México (Sureste), a cortar leña para que su familia, indígenas tzotziles, pudieran cocinar como lo hacen todos los días.

Seis horas después, su padre y otros habitantes de la comunidad preocupados porque el menor no regresaba salieron a buscarlo. Localizaron su cuerpo boca abajo con signos de tortura y con un disparo en la cabeza.

A pesar de que los hechos fueron denunciados inmediatamente a la Fiscalía de Justicia Indígena del estado, Héctor Cerezo, representante del Comité Cerezo que asesora a la comunidad, afirmó que las autoridades se presentaron en el poblado recién el 3 de marzo, cuando el cuerpo del niño ya había sido enterrado.

"El fiscal llega el 3 de marzo. Ya lo habían enterrado, no acordonan la zona, no levantan pruebas, abren una carpeta de investigación, pero no han respondido nada. No han pedido exhumación tampoco. El niño tenía golpes en el cuerpo y cerca de la mano una posible fractura. Como no hay autopsia, no es posible saber muchas cosas. Pedimos que se haga una necropsia de ley porque hasta ahora no sabemos ni el calibre de la bala que mató al niño", dijo Cerezo a Infobae.

El Carrizal es una comunidad ubicada en el municipio de Ocosingo, habitada por 166 indígenas tzotziles. Los habitantes aseguran que detrás del homicidio del menor estaría un grupo paramilitar llamado "Los Petules", quienes desde hace al menos una década buscan apropiarse del territorio, dedicado principalmente a la agricultura.

Éste es el quinto incidente que se reporta en la comunidad desde 2015 y que se atribuye al grupo paramilitar:

El 23 de marzo de 2016, se reportó la desaparición forzada del indígena Fidencio Gómez Sántiz (integrante del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo) en Ocosingo.

El 13 de enero de 2016 se reportó un intento de ejecución extrajudicial contra un menor de edad también en Ocosingo.

El 2 de noviembre de 2015 se denunció la ejecución extrajudicial de Héctor Sántiz López y riesgo de nuevas ejecuciones extrajudiciales.

Héctor Sántis López fue emboscado en una carretera. "Los Petules" se quedaron con el cuerpo y, cuando los lugareños fueron a reclamarlo, la respuesta fue "este perro se debe podrir aquí", publicó entonces el semanario mexicano Proceso.

En noviembre de 2015 se denunció también la ejecución extrajudicial en el Ciudad de México en contra de Matías Flores, indígena Náhuatl del Comité de Derechos Humanos de las Huastecas y Sierra Oriental (CODHHSO); Jesús Hernández Reyes y Rubicél Hernández García indígena Nahuatl, comisionados del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) para denunciar la ejecución extrajudicial de Héctor Sántiz López.

Los Petules

Desde 2007 se tiene registro de las actividades de "Los Petules", integrados por habitantes de la misma comunidad quienes al entrar en pugna con otros pobladores por la tenencia de la tierra, se armaron para reclamar la mitad del territorio.

El conflicto se agudizó hace tres años cuando empezaron las intimidaciones y asesinatos.

Héctor Cerezo y los líderes del Carrizal afirman que desde entonces actúan con la protección del gobierno local.

"Ya había antecedentes de hostigamiento, ejecución, robo de leña en contra de la comunidad y la agresión en contra de un niño es para generar todavía más temor y que la gente se vaya", expresó Cerezo.

El Comité Cerezo, una organización mexicana para la defensa de los derechos humanos, pide que el asesinato de Humberto se reconozca como una ejecución extrajudicial, que se realice una investigación "inmediata, exhaustiva e imparcial" y que los resultados de la investigación se hagan públicos para que los responsables comparezcan ante la justicia.

Exige el desmantelamiento de "Los Petules", investigar y sancionar a los agentes estatales y federales responsables de crear, financiar, entrenar y/o proteger a los paramilitares de este grupo.

LEA MÁS: