Para los cubanos que quedaron varados en México tras la derogación de la ley "pies secos, pies mojados", regresar deportados a la isla no es una opción, por lo que a diario se reúnen en el Puente Internacional Las Américas en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, con la intención de que el presidente Donald Trump establezca alguna excepción para ellos y los deje ingresar de manera legal en los Estados Unidos.
Los más de 400 cubanos que han llegado a la frontera mexicana se refugian por el momento en "casas de migrantes" de diversas iglesias que suelen hospedar a centroamericanos que intentan cruzar ilegalmente y pedir asilo en EEUU.
La mayoría de estas personas salieron de Cuba destino a Guyana con una visa de turista y un billete de ida y vuelta por el costo de unos 259 dólares. Muchos tuvieron que vender sus propiedades para financiar un traslado, que incluye el pago a diversos "coyotes" (traficantes de personas) que les ayudan durante una travesía que impone cruzar 10 países, además de peligrosos ríos y selvas, pandillas e inseguridad.
Desesperada Dayamira Aguilera pide ayuda al presidente estadounidense Donald Trump, pues desde hace tres meses ella y su hijo de 25 años salieron de La Habana hacia Guyana con la ilusión de llegar a Estados Unidos a reunirse con su esposo, Heriberto Evora. Luego de atravesar diez países y ver morir a cuatro compañeros durante la travesía, no ha tenido la mejor suerte, pues ahora pudiera ser deportada a la Isla.
"Estamos esperando una respuesta Trump. Que se le abra el corazón", expresó la mujer de 47 años. "Es un grito de ayuda, que por favor nos ayuden", manifestó su compatriota Lester Canales, que también llegó a Nuevo Laredo con la esperanza reencontrarse con su esposa Gisel León, de 37 años, que hizo el mismo recorrido en octubre.
Decenas de cubanos que como Dayamira y Lester siguen varados en México y piden, junto a sus familiares y un grupo de activistas de Miami, que el presidente Donald Trump y los legisladores cubano-estadounidenses escuchen sus suplicas y les permitan ingresar a territorio estadounidense para reunirse con sus seres queridos. Entre sus temores está la posibilidad de convertirse en víctimas de la violencia en la frontera mexicana o detención y maltratos en caso de ser deportados a Cuba.
Desde Miami, los familiares de cubanos varados en México y otros países cercanos también han levantado la voz para que Trump los escuche, pero el presidente, hasta ahora, no se ha pronunciado.
Los cubanos llegados después del 12 de enero se quedaron sin concretar su ilusión de alcanzar la "tierra prometida", ese día el Gobierno del ex presidente estadounidense Barack Obama eliminó la ley que otorgaba beneficios migratorios a los cubanos que alcanzasen territorio estadounidense, lo que restringe la entrada legal de los cubanos a los EEUU.
En el último trimestre de 2016, más de 11 mil cubanos llegaron a México para pasar la frontera, pues los isleños ya avizoraban una medida que reduciría sus beneficios migratorios. Desde el pasado viernes el Gobierno mexicano ha deportado a más de 160 personas que se encontraban en la estación migratoria Siglo XXI de Tapachula, en el estado de Chiapas.
De acuerdo a un portavoz de la Patrulla Fronteriza de Miami, desde que Obama tomó la decisión de revertir la política que otorgaba beneficios migratorios a los cubanos que llegaban al país, ningún cubano ha llegado a Florida hasta el momento.
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