Esta ciudad del Este de Estados Unidos acaba de alcanzar una racha récord sin lluvias considerables

Una racha de casi un mes de tiempo seco continúa en partes del noreste y el Atlántico medio de Estados Unidos y está a punto de establecer algunos récords históricos. En Filadelfia, por ejemplo, no ha llovido desde el 28 de septiembre, un período de 30 días de sequía que es el más largo registrado desde 1871.

Hubo dos días con un “rastro” de precipitaciones en la ciudad - o una pequeña salpicadura de gotas de lluvia demasiado pequeñas para ser medidas. Eso ocurrió el 29 de septiembre y el 4 de octubre. En otros lugares, parece que la racha excepcionalmente cálida y seca continuará en noviembre, con algunos lugares acercándose a los 40 días sin lluvias mensurables.

Nueva York lleva 30 días sin lluvias apreciables, pero el récord de la Gran Manzana es más difícil de batir: 36 días sin lluvia, entre octubre y noviembre de 1924.

En Wilmington, Delaware, también ha habido 30 días sin lluvia. La ciudad necesita cuatro días más para batir su récord de 34 días, que se produjo durante un periodo de sequía en 1909. (Wilmington recibió 0,09 pulgadas de lluvia el 12 de noviembre de 1934, pero en Nueva York no se registraron precipitaciones mensurables hasta el 14 de noviembre).

En Washington, D.C., llovió a cántaros el 1 de octubre, con 1,46 pulgadas; la capital del país también recibió 0,02 pulgadas al día siguiente. Por eso la ciudad aún no ha batido un récord. Han pasado 26 días sin llover. Aun así, es el período más largo de sequía en Washington desde 2007, cuando se registró el récord de 34 días seguidos sin llover. El récord histórico es de 43 días, en octubre y noviembre de 2000.

Baltimore lleva 26 días sin llover.

La mayoría de los periodos de sequía más prolongados del Atlántico Medio se producen durante el otoño. Es entonces cuando los patrones meteorológicos pueden “atascarse”, con cúpulas estancadas de altas presiones que desvían las precipitaciones y las inclemencias del tiempo. Entre el final de las tormentas estivales y la llegada de la corriente en chorro invernal transcurre un lapso de tiempo en el que el tiempo apenas cambia. A veces, el tiempo está prácticamente en silencio.

Las altas presiones, semejantes a un campo de fuerza de aire que se hunde, han sido parcialmente culpables de la escasez de precipitaciones. Los chubascos se forman cuando la humedad asciende. Eso no puede suceder en medio de cúpulas de subsidencia, o aire que se hunde. Unas pocas bandas de chubascos han intentado entrar en el noreste desde el valle del Ohio, pero la mayoría se han erosionado rápidamente.

Por lo demás, el flujo persistente del norte-noroeste ha sido el factor impulsor de una masa de aire muy seca procedente de Canadá. El flujo húmedo casi siempre procede del sur o del este; después de todo, ahí es donde se encuentran el Golfo de México y el Atlántico en relación con el corredor noreste. Canadá no tiene mucho que ofrecer desde el punto de vista atmosférico más que aire continental fresco y seco.

Una comparación del viento observado con el viento medio de varias ciudades del noreste revela mucho menos viento del sur que el típico, y más flujo del noroeste. El flujo predominante depende de la ubicación de varios sistemas meteorológicos clave a gran escala en Norteamérica.

En algunas partes del Este, quizá - quizá - llueva el viernes. Eso es cuando un frente frío moribundo llegará a la costa este.

El frente frío ya está trayendo nieve a las Montañas Rocosas y ofrecerá posibilidades de tormentas severas en las Llanuras el miércoles. Pero a medida que se ejecuta en la alta presión, lo has adivinado - que la lluvia se seca poco a poco.

Todavía no está claro qué ciudades se enganchan una centésima de pulgada de lluvia. Con la naturaleza dispersa de las lluvias de secado, una o dos ciudades, probablemente, romperán su racha, mientras que un par de otras se cargarán en noviembre sin lluvia.

La primera quincena de noviembre se presenta más suave y seca de lo normal.

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