El calentamiento de los inviernos hace que el hielo sea más peligroso, según sugiere un nuevo análisis. La investigación, publicada en Nature Reviews Earth & Environment, sugiere que el calentamiento de la temperatura del aire y los cambios en los patrones de precipitaciones están modificando la calidad del hielo de los lagos, lo que supone una amenaza para las personas que dependen del hielo para el transporte o el ocio.
Las masas de agua congeladas pueden estar formadas por dos tipos de hielo: una capa inferior de “hielo negro” sólido y transparente, y el “hielo blanco” que crece sobre ella. El hielo blanco es menos denso, está lleno de burbujas de aire y es estructuralmente más débil.
En condiciones frías y tranquilas, el hielo negro se espesa con el tiempo. Cuando las condiciones se calientan, la nieve y el hielo se derriten durante el día pero vuelven a congelarse por la noche. Esto introduce burbujas de gas en el hielo y hace que se forme más hielo blanco. Más nieve también puede retrasar o limitar el crecimiento de hielo negro, y la capa de nieve puede aumentar la capa de hielo blanco.
A medida que el clima se ha calentado en los últimos años, el espesor del hielo en todo el hemisferio norte ha disminuido. Aunque los datos sobre la calidad del hielo son escasos, escriben los investigadores, “los que están disponibles implican un aumento general de la proporción entre hielo blanco y negro y, por tanto, una disminución de la calidad del hielo”.
Los modelos climáticos que estas tendencias se mantendrán, y que el calentamiento provocará un adelgazamiento del hielo y una disminución de su calidad en general. Las regiones árticas de Norteamérica y Asia podrían sufrir los mayores impactos en la calidad del hielo, lo que afectaría a la cantidad de peso que pueden soportar las carreteras de hielo y pondría en peligro importantes rutas de transporte.
El patinaje sobre hielo, la pesca en hielo y los festivales sobre hielo también se verán afectados, con un mayor peligro de ahogamientos y amenazas para los ingresos de los lugares que dependen de los deportes sobre hielo para el turismo.
El alcance del cambio variará dependiendo de la ubicación, señalan los investigadores, con lagos entre 40 y 45 grados de latitud norte “proyectados para perder hielo seguro durante todo el invierno”, mientras que los lagos a 60 o más grados norte perderán entre 13 y 35 días de hielo seguro.
Los investigadores recomiendan duplicar las directrices de hielo seguro. Si se utiliza el hielo sin vehículo, sugieren aumentar la pauta de diez centímetros de hielo total -seguro sólo cuando hay hielo negro- a ocho centímetros de hielo total si el núcleo del hielo aparece completamente blanco.
“Para que un ser humano salga al hielo a patinar o jugar, se necesitan unos 10 centímetros o cuatro pulgadas de hielo negro”, afirma en un comunicado de prensa Sapna Sharma, profesora del departamento de biología de la Universidad de York y autora principal del artículo.
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