Estados Unidos demandó al propietario y operador de barco por derrumbe del Puente de Baltimore

El gobierno de Estados Unidos demandó al propietario y al operador de un barco con bandera de Singapur que chocó contra un puente en Baltimore en marzo, la acción más agresiva hasta la fecha en respuesta a un desastre que mató a seis trabajadores y desató el caos en la red de transporte de la región.

El Departamento de Justicia busca más de 100 millones de dólares para cubrir los costos que el país incurrió después de que el buque de carga Dali destruyera el puente Francis Scott Key y detuviera las operaciones en el Puerto de Baltimore.

La demanda civil alegó que las corporaciones Grace Ocean Pte. Ltd. y Synergy Marine Pte. Ltd. “enviaron una tripulación mal preparada en un buque absolutamente no apto para navegar las vías fluviales de Estados Unidos”.

“Lo hicieron para obtener el beneficio de operar en los puertos estadounidenses”, según la demanda de 53 páginas presentada en el tribunal federal de Maryland. “Sin embargo, cortaron esquinas de maneras que ponían en riesgo vidas e infraestructura. Los responsables del buque deben ser responsabilizados plenamente por el daño catastrófico que causaron, y se deben imponer daños punitivos para disuadir tales conductas.”

Los abogados estadounidenses que representan a las compañías no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.

En la madrugada del 26 de marzo, imágenes de video mostraron que el buque chocó contra el puente, causando el colapso de la estructura. Posteriormente, las autoridades informaron que seis personas murieron.

El gobierno de Estados Unidos despejó los restos del naufragio y los escombros del puente del canal de agua para reabrir el Puerto de Baltimore y busca ser reembolsado por esos costos, según la demanda.

Las compañías han intentado limitar su responsabilidad a unos 43,7 millones de dólares. En una petición conjunta presentada en abril afirmaron que el colapso del puente “no se debía a ninguna falta, negligencia o falta de cuidado” de las empresas y que no deberían ser responsabilizadas por ninguna pérdida o daño derivado del desastre.

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