La NASA tiene 66 años y siente su edad. Ingenieros brillantes se jubilan. Otros han huido a empleos mejor pagados en la industria espacial privada. Los edificios son viejos y su mantenimiento se retrasa. La era Apolo, con su enorme inversión de los contribuyentes, es un recuerdo lejano. Ahora la agencia lleva a cabo misiones complejas con presupuestos insuficientes.
Este puede ser un camino insostenible para la NASA, que ponga en peligro el éxito a largo plazo. Esta es la conclusión de un amplio informe titulado “La NASA en la encrucijada”, redactado por un comité de expertos aeroespaciales y publicado el martes por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina.
El informe sugiere que la NASA da prioridad a las misiones a corto plazo y no piensa estratégicamente. En otras palabras, la agencia espacial no está suficientemente centrada en el futuro.
La intensa concentración de la agencia espacial en las misiones actuales es comprensible, teniendo en cuenta la naturaleza implacable de las operaciones espaciales, pero “se tiende a descuidar lo que probablemente sea menos glamuroso y que determinará el éxito en el futuro”, dijo el martes el autor principal del informe, Norman Augustine, director ejecutivo jubilado de Lockheed Martin.
Según él, una solución a los problemas de la NASA es que el Congreso aporte más fondos. Pero puede que sea difícil conseguirla, en cuyo caso, dijo, la agencia debe plantearse cancelar o retrasar misiones costosas para invertir en necesidades institucionales más mundanas pero estratégicamente importantes, como el desarrollo tecnológico y la formación de personal.
Augustine dijo que le preocupa que la NASA pueda perder experiencia interna si depende demasiado de la industria privada para las nuevas tecnologías emergentes. “Tendrá problemas para contratar ingenieros innovadores y creativos. Los ingenieros innovadores y creativos no quieren tener un trabajo que consista en supervisar el trabajo de otras personas”, dijo.
El Administrador de la NASA, Bill Nelson, dio las gracias al comité Augustine por el informe. “Este informe se alinea con nuestros esfuerzos actuales para garantizar que tenemos la infraestructura, la mano de obra y la tecnología que la NASA necesita para las próximas décadas”, dijo Nelson en un comunicado emitido por la agencia. “Seguiremos trabajando diligentemente para abordar las recomendaciones del comité - e impulsar nuestro trabajo de vanguardia en la Tierra, en los cielos y en las estrellas”.
El Congreso ordenó a la NASA patrocinar un estudio de las Academias Nacionales para revisar los objetivos a largo plazo de la agencia y los planes de misión después de que el Congreso aprobara la Ley CHIPS y Ciencia en 2022. El informe del martes 10 de septiembre, de 204 páginas, se elaboró tras 25 sesiones del comité a lo largo de 14 meses.
El informe no es ni mucho menos un grito abrasador. El tono es paternalista. Elogia a la agencia -con un presupuesto de unos 25.000 millones de dólares- por sus triunfos, al tiempo que insta a una toma de decisiones más prudente y a la elaboración de estrategias a largo plazo.
La NASA lleva a cabo misiones espectaculares. Ha enviado enjambres de sondas robóticas por todo el sistema solar e incluso al espacio interestelar. Los astronautas han estado continuamente en órbita durante más de dos décadas. El programa más ambicioso, Artemis, pretende volver a poner astronautas en la Luna en unos pocos años. Y a largo plazo, la NASA espera poner astronautas en Marte.
Pero un tópico del sector es que el espacio es difícil. El nuevo informe sostiene que la agencia espacial tiene un desajuste entre sus ambiciones y su presupuesto, y necesita prestar atención a aspectos fundamentales como arreglar su anticuada infraestructura y retener el talento interno.
“La infraestructura física general de la NASA ya ha superado con creces su vida útil de diseño, y esta fracción sigue creciendo”, afirma el informe.
En riesgo, potencialmente, está el estatus de la NASA como la principal agencia espacial del mundo. China tiene un sólido programa espacial, con ambiciones lunares propias.
El informe señala que el presupuesto de la NASA ha aumentado en los últimos años, pero también lo han hecho los costes a medida que las misiones se han hecho más complejas y ambiciosas. Teniendo en cuenta la inflación y el poder adquisitivo, el presupuesto de la agencia espacial se ha mantenido relativamente estable.
Augustine ha sido durante mucho tiempo un crítico de la NASA. En las últimas décadas ha formado parte de múltiples comités que han examinado la salud general de la agencia espacial. Un tema recurrente: La agencia muerde más de lo que puede masticar.
Esa fue la conclusión a la que llegó un comité presidido por Augustine y convocado por el Presidente Barack Obama a principios de su gobierno para revisar la estrategia de la NASA.
El informe señalaba que la NASA no disponía de los recursos necesarios para llevar a cabo las misiones defendidas por la administración del presidente George W. Bush, entre ellas el envío de astronautas a la Luna en cohetes construidos por la NASA. Eso llevó a la agencia espacial a archivar la misión lunar, aunque se reactivó bajo la presidencia de Donald Trump y ha sido sostenida por el presidente Joe Biden.
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