El Tribunal Supremo de Arkansas decidió dejar el aborto fuera de las urnas por un estrecho margen

La Corte Suprema de Arkansas dictaminó el jueves que el aborto no estará en la boleta electoral en noviembre, confirmando el rechazo del estado de una petición para llevar una medida de acceso a la interrupción del embarazo ante los votantes porque los organizadores no habían presentado la documentación requerida a tiempo.

En un estrecho fallo de 4-3, la mayoría del tribunal se puso del lado del Secretario de Estado John Thurston, quien en julio rechazó una petición presentada por Arkansans for Limited Government que llevaba más de 100.000 firmas porque el grupo no había presentado los certificados de formación de los encuestadores pagados que utilizó.

La decisión obstaculiza una campaña de meses para poner el aborto en la papeleta electoral en un estado profundamente rojo gobernado por líderes que se oponen a él. La propuesta electoral presentada por Arkansans for Limited Government pretendía legalizar el aborto hasta 18 semanas después de la fecundación y conceder excepciones después en casos de violación, incesto, anomalía fetal fatal o amenaza de daño físico a la paciente embarazada.

El grupo dijo que había recogido 101.525 firmas en apoyo de la medida, superando cómodamente el umbral exigido por el estado, que es de unas 90.000 firmas.

Funcionarios de Arkansas, entre ellos el fiscal general Tim Griffin y la gobernadora Sarah Huckabee Sanders, celebraron la decisión del tribunal.

“Orgullosa de haber ayudado a construir la primera mayoría conservadora del Tribunal Supremo en la historia de Arkansas y hoy ese tribunal ha defendido el estado de derecho, y con él, el derecho a la vida”, dijo Sanders en un comunicado en X. El año pasado, la funcionaria nombró a un presidente del GOP estatal y ex fiscal para el más alto tribunal de Arkansas, dando al órgano una mayoría conservadora, informó Associated Press.

Arkansans for Limited Government dijo en un comunicado que “hoy es un día oscuro para el estado”.

“Este esfuerzo ha generado una ola de mujeres ferozmente comprometidas. Estamos indignadas. No nos echaremos atrás. Y lo recordaremos en noviembre”, sostuvo el grupo, en su pronunciamiento.

Si la propuesta electoral hubiera tenido éxito, Arkansas se habría unido a una docena de estados que votarán sobre el derecho al aborto este otoño, incluyendo bastiones conservadores como Dakota del Sur, Missouri y Florida.

Los organizadores del estado se enfrentaron a duros obstáculos en lo que se consideraba una apuesta arriesgada, ignorada en gran medida en la escena nacional en favor de esfuerzos similares en estados indecisos y a la que se oponían firmemente los grupos antiabortistas de Arkansas.

Pero fue en última instancia lo que los funcionarios argumentaron fue un error de papeleo que descarriló la campaña de Arkansans for Limited Government después de que el grupo cumplió su plazo con más que suficientes firmas. Thurston dijo que los organizadores no presentaron un documento nombrando a los encuestadores pagados que el grupo utilizó y una declaración firmada confirmando que los encuestadores pagados habían sido debidamente capacitados, violando una ley estatal que requiere que esas formas se presenten junto con una petición.

En su apelación ante el Tribunal Supremo del estado, el grupo argumentó que cumplía con los requisitos mediante la presentación de formularios sobre sus encuestadores pagados antes de presentar su petición, y que Thurston estaba malinterpretando la ley estatal por tirar toda la petición debido a la falta de formularios, que era un error corregible.

Alrededor de 87.675 de las firmas recogidas por la organización fueron recogidas por voluntarios, según documentos judiciales.

La mayoría del Tribunal Supremo se puso del lado de Thurston al dictaminar que el retraso en el papeleo fue fatal para la petición.

“A este tribunal se le pide que ordene a otro funcionario constitucional, el Secretario de Estado de Arkansas, ignorar una disposición legal obligatoria que ha hecho cumplir”, escribió la jueza asociada Rhonda K. Wood para la mayoría del tribunal. “Esa no es la función propia del tribunal”, añadió.

Los jueces discrepantes acusaron a la mayoría de retorcer la ley estatal para impedir que los votantes decidan sobre una cuestión importante.

A principios de este mes, otros dos grupos que recogieron firmas para las peticiones de ampliar el acceso a la marihuana medicinal y para dar a los votantes locales una opinión sobre las propuestas de casino intervinieron para ayudar a Arkansans for Limited Government en el caso de la Corte Suprema. Los grupos dijeron que el estado no aplicó sus reglas para calificar las peticiones de manera coherente, y que la descalificación de la petición de acceso al aborto podría comprometer sus peticiones.

“¿Por qué el demandado y la mayoría están decididos a ocultar al pueblo esta votación en particular?”, escribió en disidencia la jueza Karen R. Baker. “La mayoría ha tenido éxito en sus esfuerzos por cambiar la ley para privar a los votantes de la oportunidad de votar sobre esta cuestión”, concluyó.

(*) The Washington Post