Los transexuales tejanos ya no pueden cambiar el sexo que figura en sus permisos de conducir para que coincida con su identidad de género, según una política estatal puesta en marcha esta semana. Los grupos de defensa de los derechos de los trans afirmaron que la nueva norma perjudica aún más a una comunidad vulnerable que ya está siendo objeto de medidas contra la comunidad en el estado y en todo el país.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas, que expide los permisos de conducir, comunicó el martes en un memorando interno que, con efecto inmediato, la agencia “no aceptará órdenes judiciales ni certificados de nacimiento modificados que cambien el sexo cuando difiera de la documentación ya archivada”.
Los cambios solo podrán hacerse si hay un “error administrativo”. Para los solicitantes que lo hagan por primera vez, “prevalecerá el sexo que figure en el certificado de nacimiento original”, según el memorando, obtenido por The Washington Post.
Anteriormente, los tejanos podían presentar a la agencia una orden judicial certificada o un certificado de nacimiento modificado para cambiar el sexo que figuraba en sus permisos de conducir. Estas instrucciones, que aparecieron en el sitio web de la agencia a principios de este año, desaparecieron el jueves por la noche.
El cambio se produjo como resultado de un fallo del Fiscal General Ken Paxton, quien cuestionó “la validez” de las órdenes judiciales que autorizan cambios en el sexo que figuran en las licencias de conducir y otros documentos gubernamentales.
Los tribunales tejanos carecían de ”autoridad legislativa y las normas probatorias” para emitir tales órdenes, la declaración agregó, lo que requiere “una revisión legal exhaustiva” por el departamento de seguridad pública y la Oficina del Fiscal General.
La oficina de Paxton no respondió el jueves a una solicitud de comentarios. Brad Pritchett, director ejecutivo interino del grupo de defensa LGBTQ Equality Texas, dijo que la nueva política niega la dignidad a los 92.900 adultos transgénero del estado.
“Al igual que las personas que cambian sus nombres después del matrimonio quieren su nombre correcto en su licencia, los tejanos trans quieren que su licencia de conducir refleje su género”, dijo Pritchett en un comunicado.
“Utilizamos nuestros documentos de identidad para movernos por todos los ámbitos de la vida: conducir, votar, trabajar. Tener una identificación que refleje quién eres es una forma básica de dignidad que muchos dan por sentada”, agregó.
El liderazgo republicano del estado ha apuntado a los derechos transgénero durante años. El gobernador Greg Abbott restringió en 2021 que las niñas transgénero participaran en deportes femeninos en las escuelas públicas.
En 2022, solicitó que el departamento de seguridad pública del estado compilara una lista de personas que habían cambiado su sexo en los registros de la agencia, y ordenó a los empleados estatales que investigaran la atención de afirmación de género como posible abuso infantil. Al año siguiente, la legislatura estatal prohibió la atención a los jóvenes trans.
En los últimos años, casi dos docenas de estados han limitado la atención a los jóvenes que afirman su género. Además de Texas, Kansas y Florida han prohibido modificar el sexo en el permiso de conducir.
Emmett Schelling, director ejecutivo de la Red de Educación Transgénero de Texas, dijo que el cambio de norma del estado en torno a los permisos de conducir es “parte de un movimiento nacional antitrans mayor”.
“Cuando nos atacan, están señalando un ataque a la población trans de la nación en su conjunto”, dijo en un comunicado.
Parte de la nueva política del Departamento de Seguridad Pública dirige a los empleados a escanear la documentación de cambio de sexo presentada por los residentes «en el registro», junto con el nombre del cliente y el número de licencia de conducir. “Por favor, anote en el correo electrónico, en la línea de asunto, ‘orden judicial de cambio de sexo’”, dice el memorando.
No está claro por qué se registra la información.
Pritchett dijo que la directiva le parece desconcertante, porque no hay “ninguna razón clara” por la que la documentación sería útil para el departamento. También se preguntó por qué la agencia se niega a reconocer la autoridad de los tribunales estatales.
“Los tejanos serán ahora objeto de vigilancia involuntaria por el simple hecho de intentar actualizar un documento gubernamental”, dijo. “Si las agencias de Texas son libres de ignorar las órdenes de los tribunales de Texas, ¿qué otras partes de la ley ignorarán?”, concluyó.
(*) The Washington Post
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