El alcohol influyó en 2,6 millones de muertes en 2019, según la OMS

Los jóvenes entre 20 y 39 años y las personas en Europa y África tienen mayor proporción de muertes atribuibles a las bebidas alcohólicas

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El consumo de alcohol fue
El consumo de alcohol fue responsable de 2,6 millones de muertes en todo el mundo en 2019. (ShutterStock)

El consumo de alcohol influyó en 2,6 millones de muertes en todo el mundo en 2019, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El informe analizó el consumo de alcohol y drogas psicoactivas en 2019 en 145 países. Si bien las tasas de muertes relacionadas con el alcohol han disminuido desde 2010, el número total sigue siendo “inaceptablemente alto”, dijeron funcionarios de la OMS en el informe publicado en junio de este año. Las muertes vinculadas al consumo de alcohol representan alrededor del 4,7% de todas las muertes en el mundo.

Los jóvenes de 20 a 39 años y las personas de Europa y África representaron la mayor proporción de muertes atribuibles al alcohol, y más hombres que mujeres -2 millones frente a 0,6 millones- murieron a causa del alcohol, según el informe.

Las muertes vinculadas al alcohol
Las muertes vinculadas al alcohol representaron el 4,7% del total mundial en 2019. (Christin Klose/dpa)

En todo el mundo, casi una cuarta parte de los jóvenes de 15 a 19 años bebían alcohol, según el informe de la OMS. Las tasas de consumo de alcohol más elevadas se registraron también en las regiones de Europa y África, según la OMS, y el 38% de los bebedores declararon haber bebido en exceso en una o más ocasiones durante el mes anterior.

Según el informe, 400 millones de personas en todo el mundo padecen trastornos por consumo de alcohol, y de ellas, 209 millones tenían dependencia del alcohol. Pero los autores escribieron que falta un tratamiento ético y de alta calidad para los trastornos por consumo de sustancias.

Según la OMS, 209 millones
Según la OMS, 209 millones de personas en el mundo son dependientes del alcohol. (Getty Images)

La mayoría de los países evaluados carecían de una partida presupuestaria específica o de datos sobre el gasto público en tratamiento y casi la mitad de los países analizados no ofrecen grupos de apoyo para los trastornos por consumo de sustancias.

“El estigma, la discriminación y las ideas erróneas sobre la eficacia del tratamiento contribuyen a estas deficiencias críticas en la provisión de tratamiento, así como a que los organismos de salud y desarrollo sigan dando poca prioridad a los trastornos por consumo de sustancias”, escribieron los autores del estudio.

(c) 2024, The Washington Post

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