¿Qué está pasando con los precios de los alimentos en Estados Unidos?

La vicepresidenta Kamala Harris está lista para presentar una propuesta sobre “precio desmedido” para alimentos y comestibles el viernes. El movimiento se produce mientras Harris intenta definir su propia agenda económica desde que asumió el control del boleto demócrata hace apenas unas semanas.

Para innumerables estadounidenses, los precios de los comestibles son algunos de los recordatorios más tangibles de una inflación más alta de lo normal, y el impacto de los precios a menudo influye en las impresiones de las personas sobre la economía. En general, los precios de los alimentos han estado en tendencia descendente, pero todavía son más altos que antes de la pandemia.

Un fuerte aumento de la inflación elevó los precios de los alimentos. Pero el último informe de la Oficina de Estadísticas Laborales mostró que, en general, los precios de los alimentos subieron un 2.2% en julio en comparación con el año anterior. Los comestibles subieron un más modesto 1.1%, asemejándose al crecimiento en esa categoría en los últimos meses.

Un puñado de categorías de comestibles vieron aumentos de precios en julio, incluidos carnes y huevos, frutas y verduras y bebidas no alcohólicas. Otros vieron ligeros descensos, como los cereales y productos de panadería, junto con los lácteos.

La inflación ha hecho un progreso importante desde que alcanzó su punto máximo hace dos años. El miércoles, los datos del gobierno mostraron que la inflación había alcanzado su nivel más bajo desde la primavera de 2021, con los precios enfriándose en toda la economía.

En los últimos años, problemas en la cadena de suministro o brotes de enfermedades desencadenaron aumentos repentinos en los precios de los alimentos. Las escaseces de harina llevaron a costos más altos para los productos de panadería, por ejemplo, y un grave brote de gripe aviar afectó los precios de los huevos. Los salarios más altos para los trabajadores en las plantas de procesamiento, almacenes y tiendas de comestibles también han contribuido al aumento de los costos.

Últimamente, sin embargo, los costos de los alimentos se han mantenido relativamente estables y los costos de la vivienda han persistido como el principal impulsor de la inflación general.

El miércoles por la noche, la campaña de Kamala Harris dijo que impulsaría la “primera prohibición federal” de aumentos de precios en los alimentos, incluidas amplias nuevas facultades para las autoridades federales. El anuncio se produce mientras Harris también planea detallar sus planes para bajar los precios de los medicamentos recetados y los costos de la vivienda.

Los detalles del plan aún no están claros. Pero la campaña dijo que el objetivo es promulgar la prohibición dentro de los primeros 100 días de su presidencia si Harris es elegida. Eso incluiría instruir a la Comisión Federal de Comercio a imponer “sanciones duras” a las empresas que rompan los nuevos límites sobre “precio desmedido,” según la campaña.

La administración de Biden ha enfatizado el precio desmedido corporativo mientras intenta reducir los costos para hogares y empresas. Esto es especialmente cierto ya que las ganancias corporativas aumentaron en los últimos años, mientras que los consumidores soportaron la carga de los costos más altos.

Pero hay debate entre los economistas, incluidos republicanos y demócratas por igual, sobre cuánto se debe culpar a la avaricia corporativa por la inflación que ha proliferado en toda la economía. Además, una serie de empresas alimentarias y principales supermercados incluso han reducido los costos este año en respuesta a los clientes que retroceden y muestran poca paciencia para los precios altos.

La inflación aparece rutinariamente como una de las principales razones por las que las personas no piensan que la economía está funcionando para ellas. Y a pesar de que la inflación ha bajado considerablemente, desde un máximo del 9.1% anual al 2.9%, los niveles de precios para una gran cantidad de artículos todavía son significativamente más altos que hace solo unos años.

Eso es especialmente cierto para los costos de los elementos básicos. En el verano de 2022, los precios de la gasolina que superaron los USD 5 por galón sacudieron la confianza de la gente en la economía. Ahora, los comestibles a menudo están en la mente, especialmente para los estadounidenses de bajos ingresos con menos margen en sus presupuestos para absorber la tensión o cambiar sus compras hacia artículos más baratos.

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