Lo que hay que saber sobre la denuncia por acoso cibernético contra la boxeadora olímpica Imane Khelif

La boxeadora olímpica ganadora de la medalla de oro, Imane Khelif, presentó una denuncia legal en Francia por presunto acoso cibernético.

La fiscalía de París confirmó el miércoles 14 de agosto en un correo electrónico que recibió el caso que Khelif presentó ante su unidad especial para combatir el discurso de odio en línea. Los investigadores están investigando los cargos, que incluyen acoso cibernético por motivos de género e insultos públicos.

Esto se produce después de una oleada de ataques en línea que difunden afirmaciones falsas sobre su género. El expresidente Donald Trump, la autora J. K. Rowling y el multimillonario Elon Musk se encontraban entre quienes se refirieron a Khelif como un hombre o republicaron tales afirmaciones.

Khelif es una boxeadora argelina que ganó el oro en la categoría de 66 kilogramos (146 libras) femenina en los Juegos Olímpicos de París. Durante los Juegos, Khelif enfrentó afirmaciones falsas en línea de que era un hombre o transgénero.

El Comité Olímpico Internacional apoyó a Khelif mientras el jefe del boxeo ruso, Umar Kremlev, afirmó repetidamente y sin pruebas que una prueba reveló que el boxeador argelino tenía cromosomas XY.

Khelif “nació mujer, fue registrada como mujer, vivió su vida como mujer, boxeó como mujer y tiene pasaporte femenino”, dijo el portavoz del COI, Mark Adams, en una conferencia de prensa el 2 de agosto. “Este no es un caso de transexualidad”.

Kremlev dirige la Asociación Internacional de Boxeo. El COI cortó lazos con la IBA el año pasado debido a las conexiones de Kremlev con el presidente ruso Vladimir Putin y otros escándalos. El COI acusó a la IBA de llevar a cabo una “campaña de desinformación contra el movimiento olímpico” respaldada por Rusia.

Aun así, el vitriolo en línea creció a medida que ella avanzaba en la competencia. Rowling, Musk y Trump estuvieron entre los que compartieron publicaciones que sugerían que Khelif no era una mujer después de que la boxeadora italiana Angela Carini abandonara abruptamente su pelea de octavos de final contra Khelif después de recibir un puñetazo en la cara.

En la conferencia de prensa, Adams dijo que había visto mucha desinformación “dañina” en las redes sociales sobre el caso del boxeo y alentó a las personas a ponerse en el lugar de los atletas involucrados.

Una denuncia por acoso cibernético agravado fue presentada ante la fiscalía de París, dijo el abogado de Khelif, Nabil Boudi, en un comunicado el 10 de agosto en X, y agregó que el boxeador fue sometido a una “campaña misógina, racista y sexista”. “El acoso injusto que sufrió el campeón de boxeo seguirá siendo la mayor mancha de estos Juegos Olímpicos”, afirmó Boudi.

Los investigadores del gobierno examinarán las acusaciones y decidirán si se presentan cargos por acoso cibernético. Según la legislación francesa, este tipo de condenas pueden dar lugar a penas de prisión o multas.

La denuncia no nombró a los perpetradores, algo común en la ley francesa, según Associated Press, y da a los fiscales espacio para investigar a cualquiera que pueda ser culpable.

Francia ha trabajado para combatir el acoso cibernético y reducir el dominio de las empresas tecnológicas estadounidenses. Otros casos franceses de acoso en línea agravado han dado lugar a procesos judiciales.

Casi 30 personas fueron sentenciadas este año después de que un juez las declarara culpables de acoso en línea a una influencer francesa, informó la cadena francesa BFM TV, en uno de los casos de acoso cibernético más grandes del país hasta la fecha. Los abogados que representan a la mujer dijeron en un comunicado de prensa que la severidad de las sentencias -hasta 18 meses de prisión- era “sin precedentes en un caso de acoso cibernético”, según BFM TV.

En 2022, las leyes contra el acoso convirtieron el acoso en un delito en las escuelas y universidades, punible con penas de hasta 10 años, y reforzaron las obligaciones de las empresas tecnológicas para moderar el acoso escolar en las redes sociales.

En respuesta a la controversia de género, Khelif dijo: “Soy mujer. Nací mujer y crecí como mujer, y compito como mujer”. Después de vencer al chino Liu Yang para conseguir la medalla de oro en la división de peso welter, Khelif dijo: “Mi honor está intacto ahora”. “Mi mensaje al mundo –al mundo entero– es: aferrémonos a los valores olímpicos y no intimidémosle a la gente”, afirmó.