Las naciones del sur de África que luchan este año contra las secuelas de una sequía sin precedentes provocada por El Niño tendrán que importar al menos 3 millones de toneladas adicionales de maíz en los próximos meses, lo que incrementará el coste de los alimentos, según la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna.
Los agricultores de Angola, Zambia y Mozambique sufrieron a principios de año la peor sequía en más de un siglo. Ello acabó con grandes extensiones de la principal cosecha de maíz.
Más de 30 millones de personas afectadas por la sequía provocada por El Niño necesitarán ayuda humanitaria hasta marzo, según un informe de Fews Net publicado a última hora del martes. Las necesidades regionales máximas de ayuda alimentaria serán alrededor de un 25% superiores a las de la anterior sequía severa causada por el fenómeno meteorológico en 2016-17, dijo la organización financiada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
“Mientras que varios países están en proceso de asegurar contratos para importar maíz de los mercados internacionales, particularmente en América del Sur, el suministro restringido del mercado regional está impulsando los precios inflados del maíz”, dijo.
“En Malawi y Zimbabwe, por ejemplo, los precios del grano de maíz están ya entre un 130% y un 150% por encima de la media para esta época del año”, agregó.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas está solicitando 290.000 toneladas de maíz a países tan lejanos como México y Ucrania, en el marco de su mayor respuesta a la sequía en el sur de África, según informó la organización a principios de este mes.
El fenómeno de El Niño es un evento climático que ocurre de manera cíclica en el océano Pacífico, específicamente en la región ecuatorial. Se caracteriza por un inusual calentamiento de las aguas superficiales y se presenta en promedio cada dos a siete años. Este calentamiento provoca una serie de alteraciones en los patrones climáticos globales, afectando especialmente a las zonas costeras del Pacífico Sur.
Las consecuencias de El Niño incluyen cambios en las corrientes marinas y en la temperatura, lo que a su vez repercute en la fauna marina y en las condiciones meteorológicas de diversas partes del mundo. En América del Sur, por ejemplo, puede llevar a lluvias intensas e inundaciones en algunas áreas, mientras que en otras provoca severas sequías. El fenómeno tiene implicaciones significativas para la agricultura, la pesca y la gestión del agua, y su monitoreo es crucial para anticipar y mitigar sus impactos
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