El intenso tráfico de Miami refleja las tensiones del rápido crecimiento poblacional en el sur

Fredrik Eklund, ex estrella de reality shows, sube y baja por Miami en un Rolls-Royce lila con un interior turquesa, buscando casas multimillonarias para los ricos y poderosos.

Es decir, cuando no está atrapado en el tráfico.

Eklund, de 47 años, es uno de los miles que se han mudado al sur de Florida en los últimos años, solo para encontrarse en medio de uno de los peores problemas de tráfico de Estados Unidos. Es una pesadilla de tránsito que cuesta a los viajeros un promedio de 70 horas al año, sumando hasta USD 3.1 mil millones en pérdidas según una estimación.

“Las escuelas y el tráfico son los dos temas más desafiantes para el crecimiento de los valores de bienes raíces y para el crecimiento de Miami en general”, dijo Eklund, una ex estrella de la serie Million Dollar Listing de Bravo, quien se mudó a Miami en 2023.

Al igual que otras ciudades que crecieron durante la pandemia, Miami ha visto empeorar el tráfico mientras las autoridades luchan por encontrar soluciones de transporte masivo para hacer frente a la transición. Pero el problema es aún más agudo en la ciudad de Florida, donde 8 de cada 10 residentes tienen licencia de conducir y el 90% se desplaza en automóvil. Las demoras en el tráfico aumentaron un 18% entre 2019 y 2023, en parte porque los precios altísimos de los bienes raíces llevaron a más personas a los suburbios.

Para solucionar el tráfico, los políticos están proponiendo múltiples proyectos ferroviarios, incluyendo una versión local del Corredor Noreste, la línea ferroviaria eléctrica que conecta Washington con Boston.

El Proyecto de Tránsito Rápido del Corredor Noreste es una ruta de 13.5 millas (21.7 kilómetros) desde el centro de Miami hasta los suburbios del norte. Pero el corredor tardará años en estar operativo incluso con la ayuda de fondos federales. El plan es conectarlo finalmente a proyectos similares que están llevando a cabo los condados vecinos y crear un tren de cercanías que se extienda entre Miami y West Palm Beach, con múltiples paradas en el camino.

También está Brightline, un tren privado de alta velocidad respaldado por Fortress Investment Group que conecta Miami, Fort Lauderdale, West Palm Beach y Orlando, con una expansión a Tampa en proceso. Pero la línea ferroviaria anunció en mayo que estaba cancelando el programa de pases de cercanías y ha estado priorizando a los viajeros de larga distancia. Un boleto de ida y vuelta entre Miami y West Palm Beach puede costar alrededor de USD 70 dependiendo del momento y los beneficios, una opción costosa para los pasajeros habituales.

Un servicio ferroviario separado al oeste de Brightline, el Tri-Rail, ha intentado llenar la brecha de transporte de cercanías, pero hasta ahora ofrece solo viajes expresos limitados entre Miami y West Palm Beach.

Las autoridades locales también están intentando reformar los sistemas de autobuses, con el condado de Miami-Dade dispuesto a lanzar un corredor de autobuses de tránsito rápido de USD 368 millones a principios de 2025.

“Crecimos sin tránsito”, dijo la comisionada del condado de Miami-Dade, Eileen Higgins. “Realmente somos una comunidad no planificada que ahora necesita adaptar el tránsito”.

Por supuesto, ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Chicago tienen incluso peor congestión que Miami. Pero el rápido crecimiento del sur de Florida en los últimos años ha contribuido a magnificar el problema, creando restricciones para la futura expansión, así como fricciones entre los sectores privado y público.

Esas tensiones quedaron al descubierto a principios de este año, cuando el alcalde de Miami-Dade propuso un bono de USD 2.5 mil millones para abordar problemas que van desde la vivienda hasta los parques y las aguas residuales.

La Asociación por Miami, un grupo de líderes empresariales que incluye a Ken Griffin, Orlando Bravo y miembros de dinastías tradicionales de Miami como las familias Mas y Pérez, expresó sus dudas. Una de sus preocupaciones era que el plan de endeudamiento no abordaba la creciente congestión de Miami y la financiación de alternativas de transporte masivo.

La propuesta, prevista para la votación de noviembre, se descartó finalmente.

“Me sorprendió un poco lo enfáticos que estaban sobre” el tráfico, dijo Daniella Levine Cava, la alcaldesa del condado. “Quiero decir, a nadie le gusta el tráfico. Es realmente imposible”.

Raul Moas, presidente del Partnership for Miami, dijo que los proyectos de movilidad son “críticos para garantizar que todos los habitantes de Miami tengan acceso a buenos empleos, educación de calidad y servicios esenciales en toda nuestra ciudad.” El grupo está comprometido a “trabajar con líderes del sector público y privado para llevar estas soluciones a nuestra comunidad”.

Otras ciudades del sur en rápido crecimiento están siendo acosadas por problemas similares.

Austin está explorando la construcción de un sistema de tren ligero de 16.09 kilómetros y varios miles de millones de dólares. La Austin Transit Partnership, un grupo del gobierno local que está ayudando a financiar el proyecto, se ha enfrentado a la oposición del fiscal general del estado, Ken Paxton, entre otros.

En Miami Beach, algunos residentes también se han opuesto a proyectos de transporte masivo. Los comisionados de la ciudad votaron para bloquear la conexión de Miami Beach con el distrito comercial de Miami a través de un tranvía gratuito, el Metromover, citando preocupaciones sobre el aumento del crimen y la densidad. La votación de Miami Beach es meramente simbólica porque el condado de Miami-Dade puede anular a la ciudad.

“Ya sea que eso lleve o no a un aumento en la indigencia y el crimen, eso está en el centro de mi mente y en la mente de nuestros residentes”, dijo el alcalde de Miami Beach, Steven Meiner, quien está reimplementando un servicio de ferry para conectar la ciudad-isla con la Miami continental.

Incluso en Palm Beach, uno de los enclaves más ricos de América, el tráfico se ha convertido en un problema mayor.

Un estudio reciente encargado por el Consejo Municipal de Palm Beach mostró que un promedio de 37,000 autos entran a Palm Beach durante los días de semana, más de cuatro veces la población local. Se espera que la congestión empeore aún más mientras la ciudad implementa bloqueos de calles alrededor de Mar-a-Lago después del intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump.

Eklund, el corredor inmobiliario, dijo que algunos de sus clientes están dispuestos a pagar una prima por bienes raíces en el sur de Florida si les ayuda a evitar estar atrapados en un automóvil. Aún cree que el tráfico en otras ciudades en las que ha vivido, como Los Ángeles y Nueva York, es peor que en Miami.

“Al menos en el sur de Florida, podría moverse lentamente, pero siempre se mueve”, dijo. Y “aún puedes conducir y estacionar en todas partes”.

(c) 2024 , Bloomberg