En los días buenos, el smartphone sirve para matar el tiempo, enviar mensajes de texto a los amigos o trabajar junto a la piscina simulando estar en un despacho. Durante una catástrofe natural, como un incendio forestal, un terremoto o un huracán, también puede ser un salvavidas: una forma de obtener la última información de emergencia o compartir tu ubicación, incluso una forma de navegar hasta un lugar seguro o llamar al 911.
Planificar una emergencia significa a menudo asegurarse de que se puede sobrevivir sin tecnología. La electricidad y el servicio de telefonía móvil pueden estar cortados durante horas o días tras una catástrofe grave. Sin embargo, puedes y debes planificar algunos planes de respaldo basados en la tecnología, ya sea mantener tu teléfono en funcionamiento el tiempo suficiente para volver a conectarte con tu familia o tener una forma de recibir actualizaciones de emergencia.
Esta es nuestra lista de supervivencia tecnológica y se suma a los elementos básicos recomendados por la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias en Estados Unidos. No todo el mundo tiene presupuesto para llenar su bolsa de nuevas tecnologías, así que haz lo que puedas y consulta con tus organismos locales para ver si ofrecen suministros gratuitos.
Planifique para las catástrofes adecuadas
En primer lugar, conoce los peores y medianos escenarios para poder planificar las catástrofes con más probabilidades de ocurrir donde vives. Aunque algunas son obvias -los huracanes ocurren en Florida-, hay muchas otras situaciones que debes tener en cuenta, según DeeDee Bennett Gayle, profesora asociada de gestión de emergencias de la Universidad de Albany.
Por ejemplo, la costa este de Estados Unidos luchó recientemente contra el humo de los incendios forestales, un problema más familiar para los residentes de California, Oregón y Washington. El año pasado, Chicago se protegió de los tornados y Vermont fue azotada por las inundaciones.
Empieza por consultar la página web de gestión de emergencias de tu estado. Muchos estados tienen herramientas que te permiten buscar tu dirección y ver los riesgos para tu ubicación exacta, junto con recomendaciones para prepararte o mitigar los daños.
Mantén tu tecnología seca (o fría, o caliente)
Según la Organización Mundial de la Salud, la catástrofe natural más común son las inundaciones. Otros desastres que pueden afectar a casi cualquier lugar son las olas de calor que baten récords y las tormentas invernales húmedas o heladas.
Por eso es prioritario mantener el smartphone a la temperatura o el nivel de humedad adecuados. Los teléfonos móviles más modernos dicen ser resistentes al agua, pero aun así hay que intentar mantenerlos lo más secos posible.
Incluye un puñado de bolsas Ziploc grandes. Puedes meter aquí el teléfono, los cables y la batería si te enfrentas a una inundación o a un clima húmedo, pero utilízalas también para cualquier documento importante en caso de evacuación.
Si te interesa comprar algo más avanzado, busca una bolsa seca tipo cubo de gran capacidad en la que quepan un portátil y un teléfono, o simplemente una funda impermeable para un smartphone que te permita ver la pantalla. Las tiendas de surf y de material para exteriores son un buen lugar para empezar. Si estás en una zona propensa a aguas altas, busca una bolsa seca que esté diseñada para flotar.
Los smartphones también pueden dejar de funcionar si están demasiado fríos o demasiado calientes. Mantener caliente un teléfono es más fácil. Basta con guardarlo en un bolsillo junto al cuerpo o envuelto en una tela. Mantenerlo frío es más complicado, pero cualquier bolsa isotérmica puede servir si llevas algo dentro para mantener la temperatura baja. Siga las mismas reglas para las baterías de reserva, que pueden perder capacidad si están demasiado frías o funcionar mal si están demasiado calientes.
Evita cambiar la temperatura de cualquier dispositivo demasiado rápido o drásticamente. Si tu teléfono se sobrecalienta, no lo metas en la nevera.
Sintoniza la radio meteorológica NOAA
Una radio durará mucho más que un teléfono inteligente y puede ser una fuente clave de actualizaciones de emergencia de organizaciones como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. En cualquier gran superficie encontrarás una selección de radios de banda meteorológica que funcionan con manivela o pilas reemplazables.
Algunas marcas recomendadas son Midland y Eton, y los modelos básicos cuestan a partir de 25 dólares. Puedes encontrar radios similares en Internet o en cualquier gran superficie, como Walmart o Target. Como con cualquier cosa que compres en un mercado en línea, ten cuidado con las marcas de gama baja o fraudulentas cuando planifiques una emergencia.
Baterías de reserva y otras opciones de alimentación
Los expertos recomiendan planificar para al menos 72 horas después de una emergencia. Cualquiera que haya utilizado un smartphone moderno sabe que la duración de su batería suele ser de un día. Hay formas de prolongar la duración de la batería, pero aun así hay que planificar con antelación y disponer de energía extra.
Todo el mundo debería tener una batería de reserva -también llamada power bank- que pueda utilizarse para recargar al menos un smartphone. Busca un cargador de al menos 10.000 mAh, que debería bastar para recargar un smartphone dos veces.
Aunque la mayoría de los power banks de calidad mantienen la carga durante un largo periodo de tiempo, conviene comprobarlos y recargar el de tu kit de emergencia una vez cada tres o cuatro meses para estar seguros. Elige una marca conocida como Mophie o Anker, al menos para el kit de emergencia.
Aunque se vaya la luz en casa, puedes encontrar una toma de corriente que funcione en otro sitio. Pon un cable de alimentación, con el ladrillo, en tu kit de emergencia. Un cable de carga multiUSB o USB-C tendrá diferentes puertos en un mismo punto, por lo que podrás usarlo para cargar varios gadgets.
Si te gustan los gadgets adicionales y tienes el presupuesto, puedes comprar un cargador solar que cargue tu teléfono usando el sol. Un cargador solar no es tan fiable como una batería precargada porque puede depender de la hora del día, la ubicación y el clima.
Llena tu teléfono con lo esencial
Si dispone de servicio de telefonía móvil, puede recibir actualizaciones urgentes de los organismos de emergencia locales y estatales, incluidas las órdenes de evacuación. Algunas notificaciones son opcionales y otras puede que las haya desactivado en el pasado.
FEMA recomienda empezar por optar por sus alertas básicas enviando los siguientes mensajes de texto al 43362: Envía “PREPARATE” para obtener consejos sobre cómo estar preparado, “REFUGIO” y un código postal después de un desastre para encontrar opciones de refugio locales, y “LISTA” para obtener más opciones.
A continuación, suscríbete a todas las opciones locales de alerta de emergencia que puedas.
Si tienes electricidad, pero no acceso a Internet, tu teléfono puede seguir siendo un recurso valioso. Descárgate con antelación las versiones offline de los mapas de tu zona en Google o Apple Maps. Consigue la aplicación de primeros auxilios de la Cruz Roja Americana, que funciona sin conexión. Por último, asegúrate de haber creado un plan de antemano para toda tu familia y de haberlo guardado en los dispositivos de todos para que sepan dónde reunirse.
Si algo le ocurre a tu casa en una catástrofe, la recuperación será mucho mejor con algunos documentos clave. Guárdalos todos en la nube para poder acceder a ellos si algo le ocurre a tu teléfono: fotos de tu casa (por dentro y por fuera), pasaportes y documentos del seguro.
Tenga alternativas para la tecnología de la que depende
Además de pensar en cómo mantener tu tecnología en funcionamiento, asegúrate de planificar qué hacer si no funciona. ¿Eres usuario habitual de Apple o Samsung Pay? Cuando hay cortes generalizados de electricidad o de telefonía móvil, muchas tiendas tienen que volver a las transacciones en efectivo, dijo Bennett Gayle. Si puedes, guarda algo de efectivo de emergencia en tu bolsa de emergencia, tanto como puedas y creas que necesitarás para tres días.
Los padres deben prever formas de entretener a sus hijos que no impliquen videojuegos o programas de televisión. Lo que pongas en el botiquín dependerá de las edades de tus hijos y deberás ir actualizándolo a medida que crezcan, pero empieza por los clásicos, como papel y material de dibujo, libros o revistas de rompecabezas y una baraja de cartas.
(*) The Washington Post