Canadá autorizó a una empresa emergente a exportar psicodélicos a Australia para uso de los pacientes, el último hito en un concurso para abastecer el crecimiento potencial de las drogas psicodélicas médicas.
El Ministerio de Sanidad de Canadá concedió una licencia de establecimiento de fármacos a Optimi Health Corp, según informó una portavoz de la empresa, lo que le permite enviar píldoras que contienen psilocibina y MDMA, extractos de hongos mágicos -sustancias controladas e ilegales por otros motivos-, a un proveedor en Australia.
La pequeña empresa, con sede en Vancouver, espera que el certificado le ayude a allanar el camino hacia un mercado ampliado de drogas psicodélicas como productos farmacéuticos, al tiempo que le proporciona una ventaja inicial.
Hasta ahora, siete empresas han exportado legalmente psilocibina, MDMA o ambas desde el país, todas ellas con fines de ensayo clínico, según una portavoz del Ministerio de Sanidad canadiense. No pudo precisar si se había exportado alguna vez para el consumo habitual de los pacientes; se negó a dar el nombre de las siete empresas, alegando razones de seguridad.
Este hito sitúa a Optimi en el reducido club de proveedores internacionales legales de drogas psicodélicas, según su presidente, John James “JJ” Wilson, cofundador e hijo del multimillonario Chip Wilson, fundador de Lululemon Athletica Inc.
La visión de Optimi es “ser el mayor fabricante de psilocibina y MDMA disponible a escala mundial”, declaró JJ Wilson en una entrevista. “El mundo se está tomando esto más en serio como alternativa a los fármacos tradicionales, para tratar estos trastornos de salud mental”.
El mercado actual es más clínico que recreativo, dijo Wilson, restando importancia a los paralelismos con la legalización del cannabis en Canadá y muchos estados de EE.UU. La apuesta de Optimi es que, aunque las setas mágicas se producen de forma natural, la demanda de una versión farmacéutica de la sustancia será fuerte, y la empresa tendrá las credenciales y la escala para suministrarla.
Mientras intenta hacerse con este nicho, perfeccionar los procesos y cerrar los primeros acuerdos de suministro, pierde más de 733.000 dólares por trimestre y recauda fondos con regularidad, según muestran los archivos. Chip Wilson, que forma parte de su consejo asesor, adquirió acciones con opciones por valor de 3,3 millones de dólares canadienses a finales de 2022, y desde entonces la empresa ha cerrado pequeñas colocaciones privadas.
Para cultivar, probar y extraer su cosecha triposa, Optimi instaló 1.585 metros cuadrados de instalaciones en Princeton, Columbia Británica, una ciudad minera y maderera con una población de alrededor de 3.000 habitantes en las montañas a tres horas en coche al este de Vancouver. Los anodinos almacenes azules están detrás de altas vallas de seguridad.
Los visitantes deben mostrar una identificación oficial, ponerse ropa protectora y pasar a través de chorros de aire para evitar la contaminación. Aunque las cepas de hongos almacenadas tienen nombres estrafalarios y obscenos como “Albino Penis Envy”, Optimi ha construido instalaciones que superan estrictas pruebas de calidad de fabricación establecidas por las autoridades. El personal debe someterse a controles de antecedentes.
Todos estos esfuerzos e inversiones forman parte de la lucha por situarse en una posición privilegiada para un posible renacimiento psicodélico.
Aunque muchas jurisdicciones han relajado las normas sobre el cannabis, la posesión, venta y distribución de potentes psicodélicos sigue siendo ilegal en Canadá y Estados Unidos. Pero las actitudes están cambiando y cada vez se habla más de sus posibles beneficios en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas.
La investigación ha aumentado y, en algunas ciudades como Vancouver, empresarios rebeldes han abierto tiendas físicas que venden psicodélicos con aparente impunidad. Optimi dice que está preparada para ser la primera en intervenir cuando la MDMA y las setas se vuelvan a comercializar, y apunta a la evolución de la normativa.
El pasado mes de junio, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos publicó su primer borrador de directrices sobre ensayos clínicos con psicodélicos, afirmando que mostraban “promesas iniciales”.
Un mes después, Australia abrió por primera vez en el mundo una vía para que los psiquiatras autorizados puedan acceder a la MDMA y la psilocibina, afirmando que pueden utilizarse para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático y la depresión resistente al tratamiento, respectivamente.
Asesores externos de la FDA se disponen a reunirse esta semana para sopesar el fármaco MDMA de Lykos Therapeutics Inc. para el trastorno de estrés postraumático. Un informe de los científicos de la agencia, publicado el viernes, se centraba en las dificultades de evaluar el fármaco y los riesgos potenciales. Sin embargo, los modelos de negocio no probados y una regulación en constante cambio hacen que las perspectivas de inversión sean muy inciertas.
Al igual que ocurre con las empresas de cannabis, las nuevas empresas de psicodélicos han sufrido una sacudida. El precio de las acciones de Optimi ha bajado un 43% desde su oferta pública inicial de 2021. Otras, como Lucy Scientific Discovery Inc., Psyence Biomedical Ltd. y AWAKN Life Sciences Corp. también han visto caer sus acciones desde su salida a bolsa.
“En 2024 desarrollaremos una estrategia de capital sobre cómo queremos pasar a la siguiente fase”, dijo Wilson.
(c) 2024, Bloomberg