La administración de Biden anunció el viernes que está restableciendo las protecciones federales para las personas LGBTQ+ que buscan atención médica, las cuales habían sido desmanteladas durante la administración Trump.
Este movimiento se da después de años de disputas legales y presión de activistas para proteger a los pacientes que están en tratamiento de afirmación de género o que han recibido abortos de ser negados a otras formas de atención médica. Los conservadores se oponen a las reglas que prohíben la discriminación, argumentando que obligarían a los proveedores a ofrecer servicios en contra de sus creencias religiosas.
Bajo reglas amplias finalizadas el viernes por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, los funcionarios de salud del gobierno, las organizaciones que reciben financiación federal para la salud y las aseguradoras de salud que hacen negocios a través de planes gubernamentales deben cumplir con los estándares de no discriminación. Los funcionarios enfatizan que las reglas se tratan de prohibir la discriminación contra los pacientes en lugar de obligar a los proveedores a realizar procedimientos.
Los proponentes de las reglas han dicho que protegerían a los pacientes de ser rechazados por ser gays o trans y prohibirían las pólizas de seguro de salud que requieren que las personas LGBTQ+ esperen más tiempo y paguen más por beneficios de fertilidad. Las reglas también contienen disposiciones más ampliamente aplicables, como requerir que los proveedores de salud y otros receptores de fondos federales informen a los pacientes sobre servicios gratuitos que proporcionan accesibilidad y asistencia lingüística.
“Los estadounidenses en todo el país ahora tienen una forma clara de actuar sobre sus derechos contra la discriminación cuando van al médico, hablan con su plan de salud o participan en programas de salud administrados por HHS”, dijo el secretario de HHS, Xavier Becerra, en un comunicado.
La regla se centra en la Sección 1557 de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, que prohíbe a los proveedores de atención médica discriminar por motivos de raza, color, origen nacional, sexo, edad y discapacidad en programas de salud que reciben financiamiento federal. HHS puede imponer estrictas penalizaciones contra organizaciones y trabajadores que la agencia concluya que han violado la ley, desde requerir capacitación adicional hasta expulsar a los infractores de los programas federales. Los funcionarios federales dicen que las reglas preservan las exenciones religiosas.
Políticos y grupos de defensa han estado discutiendo por más de una década sobre cómo la Casa Blanca debería interpretar la regla, particularmente cómo se aplica a pacientes LGBTQ+ y embarazadas que podrían enfrentar discriminación de proveedores no dispuestos a tratarlos. La administración de Obama emitió regulaciones que incluían protecciones para la identidad de género y los estereotipos de sexo. La administración Trump eliminó esas protecciones específicas. Y la administración de Biden se movió en 2022 para restaurar y expandir sobre la definición de la era Obama incluyendo la orientación sexual como una protección específica.
El Tribunal Supremo en 2020 también dictaminó, en Bostock v. Clayton County, Ga., que la discriminación por sexo incluye la discriminación basada en la identidad de género u orientación sexual, lo que llevó a algunos tribunales a bloquear la implementación de las reglas de la era Trump. Una coalición de organizaciones LGBTQ+ y otras demandando para derogar las reglas de la era Trump instaron a la administración Biden a acelerar la restauración de las protecciones.
Activistas LGBTQ+ celebraron la finalización de las reglas por la administración Biden el viernes.
“Los estadounidenses LGBTQ+ están agradecidos por este paso adelante para combatir la discriminación en la atención médica para que nadie sea excluido del tratamiento que salva vidas”, dijo en un comunicado Sarah Kate Ellis, presidenta y CEO del grupo de defensa GLAAD.
La lucha contra la discriminación en la atención médica probablemente continuará porque los conservadores han señalado planes para resistir los intentos de consolidar protecciones.
Los republicanos criticaron la regla propuesta por la administración Biden en 2022, con fiscales generales estatales advirtiendo a HHS que no “exceda su autoridad estatutaria” y señalando que estaban preparados para demandar por la regla final anticipada.
Los conservadores también están instando a una futura Casa Blanca del GOP para revertir “la redefinición de sexo para cubrir la identidad de género y la orientación sexual y el embarazo para cubrir el aborto”, escribió el año pasado el Proyecto 2025, un grupo conservador respaldado por la Heritage Foundation, en un mapa de ruta para los legisladores.
La interpretación de la ley por la administración Biden crearía “privilegios especiales para nuevas clases de personas, definidas de maneras que son altamente ideológicas y no científicas”, añadió el Proyecto 2025. El grupo llamó a HHS para que en su lugar se concentre en “casos graves de discriminación por raza, sexo y discapacidad” como su investigación sobre la Universidad Estatal de Míchigan por alegaciones de que el ex médico de gimnasia Larry Nassar agredió a estudiantes allí.
(c) 2024, The Washington Post
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